“Abuso de autoridad y violación de los deberes de funcionario público” es la acusación que recayó sobre el presidente argentino, Mauricio Macri. Junto al líder de Cambiemos, también fueron imputados Marcos Peña (jefe de Gabinete), Nicolás Dujovne (ministro de Hacienda) y Luis Caputo (titular del Banco Central). Dado que la investigación recién comienza, en los próximos días la lista podría ampliarse.
Según el fiscal Jorge Di Lello, el equipo del Poder Ejecutivo cometió un grave error al negociar directamente el plan de salvataje con el Fondo Monetario Internacional (FMI) sin consultar al Congreso argentino.
Según los denunciantes, el diputado de izquierda (mandato cumplido) Claudio Lozano y Jonatan Baldiviezo, titular del Observatorio del Derecho de la Ciudad, el arreglo con el FMI no está contemplado en la Ley de Presupuesto vigente, por lo que si el Ejecutivo deseaba avanzar en las negociaciones, al menos necesitaba la autorización del parlamento.
La causa recayó ante el juez federal Julián Ercolini, que en la jornada de hoy solicitó las medidas de pruebas correspondientes. Entre varios requisitos del fiscal Di Lello, se destaca la solicitud de que se dicte una medida cautelar que suspenda la ejecución del acuerdo con el organismo internacional, lo que sería un gravísimo problema para el presidente argentino.
En las últimas sesiones del Congreso se vio una fuerte división en el campo del peronismo. Para el kirchnerismo el acuerdo es ilegal y debe ser suspendido inmediatamente, pero las negociaciones fueron apoyadas por el sector que vincula a los gobernadores, alejados del liderazgo de la exmandataria Cristina Fernández de Kirchner.
¿Certero golpe bajo o requerimiento republicano?
Más allá de lo importante del cumplimiento de la Constitución, detrás de esta denuncia y la actitud del kirchnerismo está la intención y la oportunidad de golpear al macrismo en el único lugar donde lo puede derrumbar: el financiamiento inmediato.
Los legisladores que se mantienen cerca de Cristina tienen como “caballito de batalla” el discurso anti-FMI. Lo contradictorio es que no quieren el financiamiento ni la deuda, pero tampoco hacer el necesario recorte en el gasto público.
Con el escándalo de los “cuadernos” en instancia judicial, el kirchnerismo apuesta al incendio total, único escenario que podría brindarle una oportunidad a Cristina Fernández, que más allá de la crisis económica, sigue siendo repudiada por la mayoría de los votantes. La posibilidad de voltear el acuerdo con el FMI mediante la justicia puede ser una oportunidad para poner a Macri contra las cuerdas y al borde del nocaut.