El presidente argentino, Mauricio Macri, brindó un discurso ante sectores agropecuarios y prometió que los nuevos impuestos implementados al sector exportador serán transitorios. Ante las Confederaciones Rurales Argentinas, Macri habló de un “esfuerzo” necesario y temporal, y reiteró que esta será una medida que se implementará hasta que pase la “tormenta”. El “aporte” al que hace referencia el presidente es una retención de entre tres y cuatro pesos por dólar exportado.
“Dada la emergencia, les he tenido que pedir a los que tienen mayor capacidad en la sociedad, a quienes hoy pueden exportar, un esfuerzo temporal con un impuesto que es malísimo, perverso, porque justamente va en contra de lo que queremos: desarrollar cada economía regional orientada a la exportación, creando empleo privado de calidad”, dijo el jefe de Estado argentino.
Aunque la noticia, lógicamente, no fue bien recibida, el sector agropecuario sabe que Macri es lo mejor que les puede pasar. O lo menos malo en todo caso. Tras la enormidad de impuestos y retenciones al campo durante el kirchnerismo, el sector agroexportador respaldó al actual presidente en su candidatura y esa alianza se mantiene vigente. Cualquier otro signo político podría ser aún más nocivo para el sector, y ellos lo saben.
Cabe destacar que en el oficialismo hay importantes dirigentes agropecuarios. Alfredo de Angeli, uno de los dirigentes del campo que más enfrentó al kirchnerismo, hoy es senador por Cambiemos. Otro ejemplo de esta “alianza” es el del mismo Luis Miguel Etchevere, que fue presidente de la Sociedad Rural Argentina hasta hace poco y hoy es Secretario de Agroindustria.
Las emergencias permanentes
Aunque el presidente argentino resaltó el carácter temporal de estos nuevos impuestos, Argentina tiene tristes antecedentes que hacen dudar sobre lo que pueda pasar.
Repasemos algunos casos:
El impuesto a las ganancias comenzó, supuestamente, como algo transitorio, que sería derogado en poco tiempo. Fue implementado en 1932 y sigue vigente. En campaña electoral Macri dijo que pensaba quitarlo, pero la situación fiscal no le permitió hacer la reforma.
Hasta la presidencia de Carlos Menem, en Argentina el IVA era del 18 %. Tras la crisis del Tequila, el entonces ministro de Economía, Domingo Cavallo, pidió incrementarlo al 21 % por 8 meses. Los largos 8 meses, todavía en 2018, parece que no terminan.
Durante la crisis de 2001 se estableció el impuesto al cheque. Aquí, como en el caso del IVA, también se le había puesto fecha de caducidad al gravamen: diciembre de 2002. Hoy sigue vigente.