Desde la última corrida al dólar, cuando la moneda norteamericana cruzó la barrera de los 40 pesos, comenzó a vivirse en Argentina una película repetida. Una de las postales más típicas fue la de las persianas bajas de vendedores que preferían no vender por temor sobre los precios futuros de renovación de stock. Los presupuestos comenzaron a hacerse en dólares, aunque hablemos de un trabajo manual de un gasista o un electricista, que no requiera insumos importados. En estos momentos, como ya ocurrió en tantas oportunidades, cuando un argentino entra a un negocio a consultar un precio, se lleva la advertencia de que si no lo compra en el momento, y decide volver más tarde, el valor podría ser distinto.
En estas circunstancias, la calculadora pasa a ser la herramienta más utilizada por todo el mercado. Compradores, vendedores, proveedores, todos recurren a la unidad de medida “verde” para decidir sobre cada transacción comercial.
Ante el nuevo escenario de incertidumbre, una carnicería de la provincia de Córdoba decidió cortar por lo sano. En la tradicional pizarra negra, escrita con tiza blanca como se encuentra en la mayoría de los negocios del ramo, este comercio del barrio Alto Alberdi informa los precios de sus productos en dólares.
En la pizarra del negocio se puede leer “Falda 3,75 USD” o “Tapa de asado 5 USD”. No importa la cotización del dólar del día siguiente, los precios serán esos. Claro que una persona puede abonar en pesos argentinos, paso previo por la calculadora para chequear la cantidad de billetes devaluados necesarios para llevarse, por ejemplo, un kilo de milanesas.
“Esto es variable, depende del día. Nos ponemos a cotizar en dólares, en euros, se recibe tarjeta, débito y buena onda”, comentó José, propietario del negocio.
El “prode del dólar”
Una de las pasiones argentinas más importantes, sin dudas es el fútbol. El prode es un tradicional juego de la Lotería Nacional que premia a los apostadores que hayan acertado los resultados de la fecha. El clásico concurso presenta tres casilleros, “local”, “visitante”, o “empate” y el que marca las opciones que luego se manifiestan en el campo de juego, desembolsa una importante cantidad de dinero.
Pero como en Argentina últimamente se habla más del dólar que del fútbol, el mercado ya abasteció de una apuesta que no podía estar ausente. El sitio de cotización “Dólar Hoy” propone un prode distinto. Aquí hay que acertar, para una fecha determinada, cuál será el valor en pesos de la moneda norteamericana. El detalle necesario es el número correcto con dos decimales de centavos.
Todas estas situaciones que se generan espontáneamente en la sociedad civil no hacen otra cosa que dejar en evidencia que el peso emitido por el Banco Central argentino ya no es ni unidad de cuenta ni reserva de valor. Dos aspectos fundamentales para que un bien sea considerado moneda.