Si bien las manifestaciones comenzaron hoy lunes con marchas, “ollas populares” y piquetes, el climax de la jornada antimacrista será mañana. Las organizaciones sindicales peronistas junto a la izquierda convocaron a un paro general, que puede ser el más importante que haya enfrentado Cambiemos desde diciembre de 2015.
Y aunque existen importantes diferencias entre los gremios peronistas (y mucho más con los de la izquierda dura) estos espacios coinciden en la estrategia de redoblar la apuesta contra Mauricio Macri. La idea es “complicarle la calle” y fogonear el descontento con el objetivo de un diciembre negro. Desde la caída de Fernando de la Rúa en 2001, que el último mes del año es el más temido por los gobiernos en dificultades económicas. Si bien en las últimas semanas el dólar se tranquilizó y la imagen del Gobierno recuperó algunos puntos, los sindicatos tienen el objetivo de cortarle la paz a Macri.
El paro, convocado por la Confederación General del Trabajo (CGT) será con corte total de transporte y tendrá un alcance de 24 horas.
Moyano, el “neokirchnerista”
Hugo Moyano, referente de Camioneros, en los últimos meses volvió a mostrarse cerca de Cristina Fernández de Kirchner. Aunque estuvieron distanciados y enfrentados políticamente durante el parte del segundo mandato de la expresidente, el complicado frente judicial de ambos los acercó nuevamente. La “pata” moyanista en esta movilización fue bautizada como el “Frente Sindical por el Modelo Sindical (Fresmona) y cuenta con el respaldo de Sergio Palazzo, de Bancarios y Ricardo Mignanelli, de Smata. El frente también está en sintonía con la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) de Pablo Micheli y Hugo Yasky.
Por el lado del triunvirato que comanda la CGT, la última semana se confirmó el regreso de un sindicato de peso a la mesa de organización: la tradicional Unión Obrera Metalúrgica (UOM).
“El paro no apunta a cuestiones gremiales, es político”
En diálogo con el diputado de Cambiemos Guillermo Castello, el legislador desestimó que la medida de fuerza tenga alguna finalidad relacionada con las reivindicaciones de los trabajadores, sino que se trata de una jornada que busca desestabilizar al Gobierno.
“Estos paros nunca resolvieron nada. Aunque los han realizado en innumerables oportunidades, el resultado no ha sido otro que la paralización del país con millonarias pérdidas para la economía. La única ganancia es la de los sindicatos que se resisten a perder sus privilegios históricos, por lo que boicotean las instituciones republicanas y democráticas”, señaló.