El plan que el presidente electo de Brasil prometió no se limita al territorio que administrará próximamente. Las decisiones de Jair Bolsonaro tendrán un fuerte impacto regional y su plataforma de campaña, de convertirse en hechos, cambiaría bastante el panorama de varios países, sobre todo de la Argentina. El triunfador en las últimas elecciones brasileras, al igual que su futuro ministro de economía, sugirió que el Mercosur simboliza un pasado de fracaso y que los ojos estarán puestos en nuevas alianzas comerciales con el mundo. De ir en esta dirección, Argentina, principal socio comercial del país, quedaría obligada también a adoptar un cambio de rumbo en pos de la propia supervivencia.
En su última Cumbre del G20, Michel Temer conversó con periodistas argentinos, que le consultaron sobre el rumbo que adoptará su país en el futuro, una vez que le de ceda el mando al polémico Bolsonaro:
“Lo que siempre digo es que el movimiento político-electoral es distinto del momento político-administrativo. Cuando un nuevo gobierno asume, la retórica de la campaña queda atrás. Las personas llegan al gobierno, se les presenta de forma más objetiva y completa el conjunto de informaciones disponibles e van modulando ideas a la luz de ciertos hechos. Y el hecho es que Brasil y Argentina son más que vecinos: tenemos una historia de integración que ha rendido y rinde muchos frutos para nuestros países, desde el comercio hasta la cooperación nuclear. Déjeme ser claro: los motivos por los cuales la Argentina es prioridad para Brasil son estructurales”, manifestó el presidente saliente.
Con relación al Mercosur, Temer indicó que no todo fue negativo y que las partes incrementaron su comercio nueve veces. Si bien reconoció que el bloque necesita “ciertas acomodaciones”,no dio por muerto al proceso que se inició en 1991.
“En esta Cumbre del G20, Brasil reafirma su mensaje de apertura y de responsabilidad. Creemos que el comercio internacional permite crear nuevas oportunidades, ayuda a modernizar la economía de nuestros países y genera empleo e ingresos. Creemos también en la importancia de un comercio internacional basado en reglas acordadas de manera conjunta, motivo por el cual defendemos a la Organización Mundial del Comercio, que queremos fortalecer y, por supuesto, mejorar”.
Con respecto a la interrupción del Gobierno de Dilma Rouseff, Temer negó que haya incurrido en ningún tipo de “traición” o golpe de estado. Para el mandatario esa interpretación es un “invento para esconder el fracaso del gobierno anterior” y reiteró que no hizo otra cosa que “cumplir con lo que establece la Constitución”.