Cristina Fernández de Kirchner ya anticipó que si vuelve a la Casa Rosada buscará derogar y dejar sin efecto a la ley que más la complicó desde que se fue del poder. La figura del “arrepentido” fue una herramienta fundamental para que la justicia argentina pueda escalar en los hechos de corrupción, pudiendo llegar a funcionarios de altísimo rango.
Inspirada en legislaciones de otros países, la ley del imputado colaborador permite que los procesados, que decidan acogerse voluntariamente a la figura, puedan conseguir beneficios a la hora de una posible condena. Claro que para obtenerlos necesitan aportar datos que compliquen a las estructuras superiores y que la información, además de ser cierta, no sea brindada por otra persona antes. Si los datos aportados ya están en la causa, el “arrepentido” no consigue beneficios. Si los datos brindados resultan falsos, en lugar de mejorar, complica su situación judicial.
Ahora, la Cámara Federal ratificó la ley en cuestión y dictaminó que los colaboradores que hayan aportados datos valiosos podrán acceder a los privilegios. “Resulta razonable y constitucional que exista un trato diferencial entre el imputado colaborador y quien no ingresó en esa categoría”, dice el fallo de la Sala I. Cabe recordar que la semana pasada, Cristina Kirchner y su exministro de Planificación Federal, Julio De Vido, sufrieron un importante revés en la causa de las coimas. Sus procesamientos con prisión preventiva fueron ratificados. Aunque el exministro ya está preso, Kirchner sigue amparada en los fueros que tiene como senadora nacional.
Los exfuncionarios del kirchnerismo complicados en la causa del escándalo de los cuadernos habían planteado un recurso solicitando la nulidad por una supuesta inconstitucionalidad de la ley. Para los abogados que hicieron las presentaciones, la ley del arrepentido simboliza una “extorsión procesal legalizada”. Sin embargo, hasta este momento la justicia argentina en todas sus instancias no ha hecho lugar a este reclamo y la figura sigue vigente.
Primeras tendencias rumbo a 2019
A pocos meses de la oficialización de los frentes que competirán por la presidencia el año próximo, las primeras encuestas coinciden en que Mauricio Macri le saca una leve ventaja a la expresidente. En un eventual balotaje con el kirchnerismo, al día de hoy Cambiemos estaría consiguiendo la reelección. Sin embargo, el panorama cambia bastante si Cristina Kirchner “se baja” de la contienda electoral. En ese escenario, Cambiemos podría perder en segunda vuelta con otros representantes del “peronismo no kirchnerista”.
La paradoja es que si bien en una competencia “mano a mano” en una eventual segunda vuelta es que el Partido Justicialista podría llegar a vencer a Macri. Pero para que eso ocurra CFK debería quedar fuera de juego, pero hasta ahora en vísperas de la primera vuelta, ella sigue siendo la opositora con mayor caudal de votos.