El 7 de agosto de 2018 el exvicepresidente del segundo mandato de Cristina Fernández de Kirchner, Amado Boudou, fue condenado a 5 años y 10 meses de cárcel. ¿La causa? “Cohecho y negociaciones incompatibles con la función pública” en el marco de la causa de Ciccone Calcográfica. En aquel momento hubo sorpresa, ya que Boudou quedó detenido automáticamente por pedido de la justicia. Según el Tribunal Oral Federal, la condena era de cumplimiento inmediato.
Sin embargo, el 11 de diciembre pasado, el exvicepresidente consiguió la excarcelación y pudo salir de la prisión, pero la libertad le duró poco. Ahora, la Cámara Federal de Casación Penal revocó por unanimidad el privilegio y Boudou se presentó voluntariamente en Tribunales tras ser notificado. Quedó detenido nuevamente de inmediato.
Los jueces Gustavo Hornos, Mariano Borinsky y Juan Carlos Gemignani hicieron lugar a los pedidos de las querellas constituídas por la Oficina Anticorrupción y la Unidad de Información Financiera. La fiscalía, sin embargo, consideró que no había riesgo de fuga ni de entorpecimiento de la investigación, pero la Cámara de Casación pidió igualmente que Boudou vuelva a la cárcel.
Los abogados del exfuncionario, que ha quedado inhabilitado de por vida para ejercer cargos públicos, insistieron esta mañana con la inocencia de Boudou, pero indicaron que si era requerido por la justicia, se presentaría como hizo en oportunidades pasadas. El exvicepresidente está siendo representado por Alejandro Rúa y Graciana Peñafort, cercana a Cristina Fernández de Kirchner. El 24 de abril se sabrá si la condena queda en firme, pero todo parece indicar que hasta entonces Boudou permanecerá preso.
En su detención previa, el exvicepresidente fue visto y fotografiado esposado saliendo de su domicilio, por lo que negoció presentarse voluntariamente para evitar otra vez la imagen en la tapa de los diarios. Este mediodía ingresó en un vehículo conducido por su esposa al subsuelo de Tribunales y subió al sexto piso del palacio donde quedó a disposición de la justicia y las fuerzas de seguridad.
A pedir del oficialismo
La nueva detención de uno de los símbolos más representativos del kirchnerismo vuelve a ser una bocanada de aire para el Gobierno, que logra monopolizar las noticias con la “corrupción K”. En el marco de una complicada situación económica, con una medición mala de la inflación de enero y con la expresidente en libertad, el macrismo puede buscar consolidar la estrategia de polarización con el “pasado corrupto”.
Mientras Kirchner siga libre, con pretensiones electorales, y sus lugartenientes sigan cayendo como moscas, Cambiemos continuará con la misma estrategia. Claro que para que esto funcione hasta agosto, y se mantengan las chances de reelección para Macri, Cristina debe seguir en libertad y presentarse a elecciones. El peor escenario para el oficialismo sería un acuerdo CFK-peronismo, donde la exmandataria negocie y decida no presentarse.