El PJ (Partido Justicialista) bonaerense no quiere volver a perder las elecciones. Acostumbrado a tener en la Provincia de Buenos Aires el distrito natural, el peronismo sufrió la derrota más dolorosa en 2015 ante María Eugenia Vidal, la dirigente que hoy tiene la mejor imagen de la política nacional. No por una gran gestión ni por demasiados méritos propios, pero supo representar la renovación en un distrito donde el peronismo se “achanchó”.
Cuando comenzó la campaña para las últimas elecciones ni el macrismo consideró posible que Vidal pudiera alzarse con la victoria. Se conformaban con hacer una buena elección y sumarle una cantidad de votos a la boleta de “Macri presidente”. Pero Cristina Fernández de Kirchner se confió y puso de candidato a Aníbal Fernández, que contaba con grandes índices de rechazo en la opinión pública. Vidal fue creciendo y los escándalos de corrupción y los hechos vinculados al narcotráfico que se le endilgaron a Fernández hicieron el milagro. El macrismo había ganado la Ciudad, la Provincia y la Nación.
Pero la complicada situación económica hace que el gobierno no la esté pasando bien y el peronismo huele sangre y no lo duda. Esta tarde en La Matanza, los dirigentes del Partido Justicialista bonaerense se juntaron con el anhelo de una unidad. Un proyecto único para darle combate a Vidal, pero también para sentar precedente e incentivar la unidad a nivel nacional.
Igualmente, aunque no lo reconozcan, los intendentes peronistas están más interesados en retener sus distritos que en comprometerse con una aventura de riesgo para recuperar el Ejecutivo nacional. Ahí acompañarán a quien mejor mida, pero si en cada partido el peronismo va unificado, mucho mejor para ellos. En la reunión de hoy participaron representantes de los 135 distritos, en búsqueda de este objetivo común.
El desafío del movimiento fundado por Juan Domingo Perón tiene que ver hoy con la conformación de un amplio frente electoral. Cabe recordar que dentro del “mundo peronista” el massismo está fuera del PJ con su propio espacio, el kirchnerismo fundó “Unidad Ciudadana” y en las últimas elecciones fue solo y el peronismo tradicional, como Partido Justicialista, es una pata más de este universo.
¿Qué tendría que pasar para que los planetas se pongan en línea? Mucho de esto tiene que ver con la expresidente Kirchner. Cristina aparece como un motivo de discordia y varios importantes dirigentes del espacio como el senador Miguel Ángel Pichetto, el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, y el mismo Sergio Massa, ya dijeron que no quieren “volver al pasado”. Pero curiosamente, el factor de discordia a nivel nacional es el que más mide en la provincia. CFK tiene en Buenos Aires su distrito más fuerte y los analistas todavía no descartaron el proyecto “Cristina gobernadora”. Esa idea descomprime la unión a nivel nacional y lleva a la candidata en su distrito más fuerte.
En las últimas semanas el expresidente Eduardo Duhalde dijo que Kirchner no ve con malos ojos la candidatura presidencial de Roberto Lavagna. Si Cristina desiste de retornar a la presidencia, que dicho sea de paso las encuestas dicen que a día de hoy es imposible, el peronismo tiene el camino bastante más allanado en búsqueda de la unidad.