Cambiemos llega al fin de su mandato a plenos manotazos de ahogado. Con la restricción de financiamiento mediante emisión del Banco Central, luego de la tardía reacción en política monetaria del Gobierno, el poder Ejecutivo sigue subiendo los impuestos para cubrir el saldo en rojo.
En estos tres años de Mauricio Macri en la Casa Rosada, el sector privado fue el único que se hizo cargo de la cuenta de la fiesta populista generada por la década del kirchnerismo. El Estado y su descomunal estructura, que en realidad siguió creciendo, ha sobrevivido sin inconvenientes al ajuste que cayó exclusivamente sobre los que pagan impuestos y no sobre los que obtienen sus recursos de las arcas públicas.
Esta vez le tocó a las importaciones. Mediante el decreto 322/2019, publicado en el Boletín Oficial, y acompañado por las firmas de Macri, su jefe de Gabinete, Marcos Peña y su ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, el Gobierno incrementó la “tasa de estadística” que pagan las importaciones de un 0,5 % a un 2,5 %. Si algo le faltaba a la maraña de aranceles y a un país aislado del mundo, que ocupa uno de los últimos puestos en materia de libertad económica y comercio internacional era sumar todavía más presión impositiva.
Según el decreto en cuestión, la necesidad de incrementar la presión impositiva está relacionada con “el equilibrio de las cuentas públicas y eliminar el déficit primario” a partir de este año. De esta manera, Argentina sigue atrapada en la misma lógica oscurantista estatista de siempre.
Si durante el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner hablar de déficit fiscal y de la necesidad de reducirlo era considerado una cuestión “ideológica” y “neoliberal”, poco se ha avanzado con Cambiemos. Ahora se reconoce el problema, pero se mantienen los privilegios de la burocracia y se castiga exclusivamente al sector privado. El nuevo lema es que el déficit es un problema, pero no se cuestiona el tamaño del Estado y para financiar el apetito voraz del sector público se explota a las personas y empresas con impuestos insoportables.
Según el ministerio de Hacienda, se espera incrementar la recaudación fiscal con este nuevo incremento un 0,2 % del Producto Bruto Interno.
Espert comienza a levantar en las encuestas
El economista liberal José Luis Espert lentamente se va haciendo un lugar entre los candidatos que aparecen con intención de voto en las encuestas presidenciales. Ante una propuesta monocolor de todos los partidos en relación con cuestiones como la presión impositiva, el autor de La Argentina devorada y La Sociedad Cómplice comienza a despertar interés en un sector del electorado.
Para la consultora de Federico González y asociados, si los candidatos en las generales fueran Macri, Kirchner, Massa y Del Caño, el economista estaría sumando un nada despreciable 5,7 %. Este número es más que interesante si consideramos que el año pasado no existía en las encuestas y que a principio de 2019 medía aproximadamente un 2 %. Según la encuestadora de Raúl Aragón, el referente liberal está alrededor del 6 % en un escenario con CFK y un 7 % sin la candidatura de la expresidente.