La campaña de Mauricio Macri para la reelección poco se trata de los logros propios de la gestión. Juntos para el Cambio, de la mano de Miguel Ángel Pichetto, como compañero de fórmula del presidente, apela al potencial terror que generaría el retorno de Cristina Fernández de Kirchner.
La proyección que hace el macrismo está asociada al desastre producido por el chavismo en el país vecino: “si gana Cristina vamos a ser Venezuela”, se repite como un mantra. En el electorado un grupo no menor ha aceptado la teoría, por lo que a regañadientes acompañarán a Macri en las urnas.
Aunque los últimos cuatro años han sido un fracaso en materia económica, la teoría venezolana sobrevive. Ya en 2015 la fórmula Macri-Gabriela Michetti se impuso al binomio Daniel Scioli-Carlos Zannini, en parte gracias al temor que generaba una Kirchner influyente, con sueños autoritarios similares a los de Maduro.
Más allá de una pésima gestión en materia de inflación, desempleo y pobreza, el macrismo vuelve a estar posicionado en estas elecciones. No como una oferta prometedora que tenga demasiados chances de revertir la situación, pero al menos como la garantía de “no ser Venezuela”.
Lo curioso es que el coco chavista ya no es monopolio del macrismo. La misma Kirchner, que en su momento tuvo una cercana relación con Hugo Chávez y Nicolás Maduro, ahora dice que el Gobierno en ejercicio fue el responsable de llevar al país a ese destino maldito: Venezuela.
En una presentación de su libro, que le sirve de excusa para recorrer el país sin figurar demasiado en la campaña de su compañero de fórmula, Alberto Fernández, Kirchner destapó la polémica: “Bueno, sorry… hoy con la comida estamos igual que Venezuela”, afirmó la exmandataria.
Si bien varios índices hoy muestran una situación más compleja que cuando Kirchner abandonó el poder, la analogía es tan desmedida como indignante.
Sus palabras no pasaron por alto y un grupo de venezolanos, exiliados en Argentina por la dramática situación que atraviesa su país de origen, decidieron contestarle: “Es una persona indolente”, “¿Cómo se atreve?”, “¿Con qué moral puede comparar la situación?” y “No mienta” fueron algunas de las cosas que le respondieron a Kirchner.
De esta manera, la temática de Venezuela entra de lleno en la campaña, pero ya en boca de los principales candidatos.