Guillermo Castello comenzó su militancia activa en el partido Recrear de la mano de Ricardo López Murphy. Desde entonces ha mostrado una coherente defensa de las ideas liberales en la política argentina, territorio donde no abundan dirigentes con esta orientación. Con Mauricio Macri fortalecido como el referente de la centro derecha y el bulldog dedicado a su trabajo académico, Castello continuó su carrera política en la Coalición Cívica de Elisa Carrió. Mediante la alianza de este espacio con el PRO en Cambiemos, el dirigente marplatense fue electo diputado provincial en Buenos Aires.
Los que lo conocían lo empezaron a seguir de cerca. Castello “había llegado”, pero el espacio político macrista no admite serias disidencias conceptuales. La pregunta era si el flamante diputado iba a “hacer carrera” guardando los principios en un cajón (como la mayoría de referentes de Recrear que cambiaron a Murphy por Macri) o si se iba a mantener firme a costa de su propia proyección.
La respuesta no tardó en llegar. La Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires vio como en repetidas oportunidades se cruzó fuertemente con su propio espacio. La presión impositiva, que no mermó del kirchnerismo al macrismo, fue uno de los principales temas de discordia. También se animó a ser la única voz disidente, no solo de su bancada, sino del cuerpo legislativo completo. La negativa a aprobar el cupo femenino, el rechazo a la obligatoriedad de la mención a los “30 mil desaparecidos” y la batalla de Uber para competir con los taxis fueron algunas de las luchas que Castello dio en solitario.
Independencia fiscal
Generalmente los Proyectos de Declaración no suelen tener debates importantes en el recinto. Homenajear a una visita internacional, nombrar un día en honor a algo o recordar un hecho histórico no brinda oportunidades para acaloradas discusiones, por lo que suelen aprobarse sin mayores inconvenientes. Sin embargo, el diputado, ahora miembro del frente Despertar, abrió la puerta para un debate que incomoda al macrismo. Propuso declarar el 31 de julio como el “Día de la Independencia Tributaria”. En la opinión del legislador, “los argentinos vivimos esclavizados por los impuestos” y “más de la mitad del tiempo trabajamos para el Estado”.
“Por eso presentamos el presente proyecto, con el fin de concientizar a la sociedad sobre la directa relación entre el rol y tamaño del Estado y la carga fiscal soportada por la población. En efecto, décadas de políticas demagógicas y populistas han convencido a no pocos compatriotas de que el Estado puede solventar económicamente casi cualquier demanda y que los recursos públicos son ilimitados, sin acabada comprensión del correlato directo que tiene un Estado elefantiásico en la calidad de vida de la ciudadanía, a la que afecta sustancialmente a través de la presión impositiva”, dice Castello en los fundamentos.
Ahora habrá que ver si los diputados de Macri y María Eugenia Vidal acompañan o rechazan esta propuesta. La cuestión es que el macrismo reconoce constantemente que la presión fiscal es imposible, pero asegura que por ahora no están dadas las condiciones para una reforma estructural que permita bajar los impuestos.
Luchando en la justicia para ser candidato a gobernador
Aunque la candidatura de Castello contaba con el reconocimiento de la justicia electoral, el juez subrrogante que tenía que habilitar las boletas para el cuarto oscuro dejó sin efecto la lista de candidatos provinciales del frente Despertar. El actual diputado se presentó en conferencia de prensa con el candidato a presidente del espacio, José Luis Espert y su vice, el periodista Luis Rosales, y denunció un intento de proscripción por parte del macrismo. Actualmente, el debate se mudó a la Corte Suprema y se espera una pronta resolución, ya que las primarias tendrán lugar el 11 de agosto.