Carlos Melconian, además de su importante trayectoria como consultor económico, decidió irrumpir en la política para las elecciones de 2003. En aquella oportunidad, todavía luciendo un tupido bigote, apareció como el eventual ministro de Economía si Carlos Menem ganaba las elecciones. Su discurso era claro: la idea de apertura de los noventa, pero la responsabilidad fiscal que faltó en aquellos años y que terminó causando el colapso bajo el Gobierno de Fernando de la Rúa en 2001.
Aunque su candidato no obtuvo un tercer mandato, el economista siguió metido de lleno en la política argentina. Acompañó a su amigo personal Mauricio Macri y hasta fue candidato a senador por el PRO antes de que el actual presidente ganara las elecciones de 2015. Su figura generaba expectativas e incomodidad: los que se ilusionaban con su presencia dentro del macrismo eran los liberales, que veían en el “armenio” al único liberal (o al más liberal) del espacio. Los que no estaban muy felices eran los del ala más “política” de Marcos Peña, que se ponían nervioso con sus propuestas “ortodoxas” (o bastante ortodoxas para los parámetros el macrismo).
La discusión shock o gradualismo, que se dio en diciembre de 2015 tras las elecciones que le dieron a Macri la Presidencia, tenía en Melconian el vocero del plan duro. Ganó el otro espacio y el resultado fue el fracaso total. “Cuidado que se puede ir todo a la mierda”, advirtió el economista que se quedó sin ministerio y tuvo que conformarse con el Banco Nación, del que más tarde también fue eyectado por díscolo.
Ahora, ante el pánico que genera el retorno del kirchnerismo (o de un gobierno peronista con el kirchnerismo adentro), Melconian puso paños fríos y pidió respaldar al nuevo presidente, que todavía no mostró su plan ni su gabinete: “Para ser justos hay que darle la derecha al que arranca, como corresponde en un país sin grieta. Vamos a ver después cómo sale la historia”, indicó el economista.
Melconian, que tiene una buena relación personal con Alberto Fernández, cree que la situación de extrema gravedad será lo que determine el rumbo económico del nuevo gobierno, ya que no hay espacio para hacer locuras populistas. “Si ganaba Mauricio Macri era lo mismo. Las cosas que hay que hacer son exactamente las mismas”, señaló el exfuncionario de Cambiemos.
En la opinión del especialista, a pesar de que el próximo gobierno vaya en una buena dirección, será muy difícil quitar el control de cambios, así también bajar a un dígito la inflación. Con respecto a los riesgos de una hiperinflación, Melconian dijo que no es imposible que Argentina pueda evitar un nuevo colapso monetario como el de 1989, pero para que eso ocurra “no se puede joder” a partir de que asuma el nuevo gobierno. En ese sentido, también criticó a Macri, al que acusó de “no solucionar cosas y tomar deuda”.
Sin duda que las palabras de Melconian buscan dar tranquilidad ante tanta incertidumbre, pero lo cierto es que si hasta su amigo personal lo dejó a un lado y no hizo las reformas, resulta difícil imaginar a un nuevo peronismo prestándole más atención… ¿O no? Veremos…