La irresponsabilidad económica del kirchnerismo nuevamente aparece como una seria amenaza para Argentina. Luego del paso fallido de Mauricio Macri por la Casa Rosada, donde no dejó reformas de fondo, pero sí una gran deuda, los cuadros de Cristina Fernández de Kirchner (CFK) vuelven al ataque con sus delirios, por lo que la situación podría agravarse mucho más.
La exministra de Economía Felisa Miceli, que salió del Gobierno de CFK en medio de un escándalo por una gran cantidad de dólares encontrados en el baño de su despacho, podría ocupar un rol destacado en el esquema de Alberto Fernández.
Aunque no es claro si será parte del gobierno que asumirá el 10 de diciembre y qué lugar eventualmente ocuparía, Miceli ya está dando entrevistas en los medios de comunicación como candidata firme (a algo) y sus propuestas no pueden dejar más que preocupación.
La exfuncionaria destacó, como si fuera una virtud, que sus colegas Cecilia Todesca y Matías Kulfas, otros economistas del espacio, “no tienen miedo a emitir con la maquinita”. Cabe recordar que, junto a Miceli, se desempeñó al frente del Banco Central de la República Argentina (BCRA) Mercedes Marcó del Pont. La extitular, que también podría volver al gobierno, está en sintonía con Miceli en materia de irresponsabilidad monetaria. Solía decir que la relación entre la emisión y la inflación era “un mito neoliberal”. Así le fue en su gestión: se fue con el cepo cambiario.
Ahora, con una inflación que este año superará el 50 %, con nuevo control de cambios incluido, la economista K dice que hay que volver a la emisión monetaria para “ponerle dinero en el bolsillo a la gente”.
Si bien Alberto Fernández tiene a Guillermo Nielsen como otro postulante para el área económica (Javier Milei lo reconoció como un excelente economista), Kulfas, Miceli y Marcó del Pont, directamente meten miedo.
¿Qué piensa el futuro presidente de estos delirios?
En una entrevista televisiva, que brindó luego de que se fue del kirchnerismo en 2008, Fernández cargó duramente contra la política económica de CFK. Hablándole directamente a la cámara, como si le hablara a ella, el presidente electo le dijo que dejara de controlar los precios de los supermercados y que empezara a controlar la emisión del BCRA. Evidentemente, Fernández comprende que estas recetas no podrían más que agravar la situación económica argentina, pero todos estos personajes, poco sólidos técnicamente (por ser decoroso en la descripción), están en el menú de posibles funcionarios y ministros. Por ahora, Alberto no puede o no quiere alejarlos. Todavía no hay ninguna novedad del gabinete y hay que esperar.