Aunque ganó la primera vuelta por una amplia ventaja, el candidato del Frente Amplio no es el preferido para el balotaje en Uruguay. Daniel Martínez pudo conseguir el pasado 27 de octubre el 39 % de los votos, superando a su más inmediato perseguidor, Luis Lacalle Pou, que sacó el 28 %. Sin embargo, luego de la contienda electoral, el postulante del Partido Nacional consiguió el respaldo del resto de la oposición para arrebatarle el poder a la centroizquierda y se perfila como el próximo presidente uruguayo.
Según las encuestas, Martínez tendría problemas para conseguir más de cuatro puntos extras de lo que sacó hace algunas semanas, mientras que Lacalle Pou estaría acercándose al 50 %. Con este escenario, lo más lógico es que el Frente Amplio busque tirarse más al centro, para tratar de conseguir al votante moderado, ya que su espacio lo tiene asegurado. En este sentido, la visita de Alberto Fernández, que llega a Uruguay para apoyar al espacio de Martínez, José Mujica y Tabaré Vázquez, no parece lo más conveniente.
Aunque es un misterio el rumbo ideológico que tendrá el neoperonismo en su próximo gobierno en Argentina, y muchos apuestan a un Alberto moderado, lo cierto es que en la región su imagen está atada a la de su compañera de fórmula, y futura vicepresidente, Cristina Kirchner. Los vecinos de Argentina vivieron de primera mano la experiencia kirchnerista 2003-2015, a veces sufriendo el desastre económico y a veces beneficiándose de las oportunidades que les cayeron del cielo. El sector agropecuario uruguayo y paraguayo supo capitalizar muy bien la torpe política económica K, pero los espacios limítrofes que se nutren históricamente del turismo argentino vieron cómo los controles de cambios y angustias económicas de los vecinos perjudicaban seriamente sus negocios.
Machaques constantes como el de Jair Bolsonaro, que no se cansa de repetir que en Argentina vuelve lo peor del proceso político anterior a Macri, hacen que en los países vecinos Alberto sea visto como la misma Kirchner, sin importar lo que vaya a pasar en el futuro. En este sentido, sin dudas la foto de Daniel Martínez con el presidente electo argentino será un argumento de campaña para el frente opositor y no le servirá de nada al Frente Amplio en la búsqueda del votante indeciso de cara al balotaje del domingo 24 de noviembre.