En el último tramo de la gestión de Mauricio Macri, el aborto vuelve a ser tema de debate. Esta vez ya no dividió a la sociedad en su conjunto, sino a la coalición Cambiemos, con la que llegó él al poder y que cuenta con cada vez más fisuras mientras se acerca la fecha de convertirse en oposición.
Aunque el presidente habilitó el debate parlamentario como una estrategia de distracción política generalizada en el marco de una severa crisis económica, la discusión no le salió gratis a su espacio político. El macrismo quedó encorsetado en una lucha interna de “verdes”, a favor del aborto, y “celestes”, a favor de salvar las dos vidas (madre e hijo), con dirigentes de peso en ambos espacios. Finalmente, tras la aprobación en diputados, el Senado vetó la ley y el debate pasó a un segundo plano dentro del oficialismo.
Adolfo Rubinstein, secretario de Salud, ayer promulgó una actualización del “Protocolo para la atención integral de las personas con derecho a la interrupción legal del embarazo”, donde extendió a las niñas entre 13 y 16 años la posibilidad de solicitar un aborto sin aprobación de los padres, en casos de riesgo de salud o supuesto abuso sexual. La novedad fue publicada en el Boletín Oficial y causó un torbellino dentro del PRO. Por orden del mismo Macri, la ministra de Salud y Desarrollo Social, Carolina Stanley, salió a dejar sin efecto horas más tarde la resolución de Rubinstein, que es su subalterno desde que Salud pasó a ser secretaría.
Por su parte, la Unión Cívica Radical, aliada del PRO en Cambiemos, salió a defender al secretario de Salud, al que denominaron como un “funcionario ejemplar”. Desde la Casa Rosada piensan que Rubinstein “se cortó solo” y decidió unilateralmente la resolución, en un momento de debilidad de un gobierno en retirada.
De esta manera, el frente oficialista transita los últimos días antes de convertirse en oposición con más quiebres que nunca y con un Macri discutido. Desde la UCR, además de haber puesto en agenda la continuidad del frente, ya se habla de rediscutir liderazgos y desde el mismo círculo íntimo del presidente, ya se muestran algunas intenciones de renovación.
«No cuenten con nosotros para matar argentinos»
Quien se manifestó con mayor firmeza fue el presidente provisorio del Senado, Federico Pinedo, referente del ala “azul” del macrismo.
Me parece lamentable y claramente inconstitucional la resolución del secretario de salud ampliando de manera irresponsable las causales de aborto no punible y limitando la objeción de conciencia médica.
— Federico Pinedo (@PinedoFederico) November 20, 2019
Señala uno de los temas más polémicos, la objeción de conciencia de los médicos que juraron salvar vidas y ahora, exigidos por la ley, podrían estar obligados a ponerle fin. Por ello, una coalición de médicos se paró afuera del Congreso para exigir el respeto al derecho a la vida desde la concepción, de acuerdo al Pacto de San José que tiene jerarquía constitucional.
Bajo la consigna «No cuenten con nosotros para matar argentinos», los médicos se enfrentan a un lobby que les persigue. Como le sucedió al Dr Rodríguez Lastra, quien salvó a una mujer y su hijo de morir por un aborto fallido. Fue acusado de “incumplimiento de un funcionario público” por una diputada kirchnerista y enfrenta un juicio que busca impedirle trabajar y privarle de su libertad.
Asociaciones como Abogados por la Vida también se manifestaron. Pues la legalización del aborto en Argentina implicaría un retroceso histórico, en cuanto reinstituiría la pena de muerte (prohibida para los países firmantes del Pacto de San José) y lo aplicaría no a un criminal sino a un inocente.
Ciudadanos autoconvocados, de toda índole, profesión y edad, familias enteras, también se acercaron a protestar. Ya que exigen un sistema de salud que salva vidas en lugar de destruirlas y una justicia que castigue a culpables, no a inocentes.
Este fue un pequeño triunfo para este sector de la sociedad. Pero la guerra continúa, en vista que el presidente electo, Alberto Fernández, declaró abiertamente que legalizará el aborto. Mientras que la presunta oposición del gobierno saliente se muestra dividido respecto a su postura.
Por lo pronto Macri, el mismo presidente que permitió el debate para la legalización del aborto y consigo se ganó el rechazo de muchos, a días de irse de la Casa Rosada, fue quien puso el freno.
* Mamela Fiallo colaboró para la elaboración de esta nota.