
“Continuaremos trabajando junto a la Argentina para fortalecer nuestro vínculo y nuestro entendimiento”. Con estas palabras el embajador norteamericano Edward Prado hizo referencia a la reunión que tuvo esta tarde con el presidente electo Alberto Fernández, en las oficinas del dirigente peronista en Puerto Madero.
Desde su cuenta de Twitter, Prado confirmó que se reunió con “el equipo” de Fernández para conversar de temas de “interés mutuo” para los dos países. Desde el equipo del compañero de fórmula de Cristina Kirchner aseguraron que se trató de una reunión “muy positiva” donde conversaron sobre los temas de “la agenda bilateral que se viene”.
Por el lado del funcionario norteamericano hubo un comunicado de prensa y se calificó al cónclave como “abierto y productivo”.
«Durante el encuentro, ambos equipos conversaron sobre una gran variedad de temas de interés para ambos países. Estados Unidos mantiene una relación duradera con Argentina, sobre la base de valores comunes profundos e importantes», indicó el documento que lleva la firma de Prado.
Según el texto enviado a los medios, “estos valores son perdurables y Estados Unidos espera colaborar con el Gobierno del presidente electo Fernández para el beneficio mutuo de ambos pueblos”.
Hoy nos reunimos con @alferdez y su equipo para conversar sobre temas de interés mutuo para nuestros países. Continuaremos trabajando junto a la Argentina para fortalecer nuestro vínculo y entendimiento. pic.twitter.com/mzNrkcYr9S
— Embajador Marc R. Stanley (@USAmbassadorARG) November 26, 2019
¿Una continuidad de la conversación con Trump?
Luego de ganar las elecciones en primera vuelta, Alberto Fernández mantuvo una larga conversación telefónica con el presidente de Estados Unidos y, al igual que con el encuentro de hoy con Prado, desde ambas partes aseguraron que la charla fue amena, positiva y productiva. En concreto, Donald Trump le habría manifestado a Fernández que contaba con él para sortear los imposibles vencimientos que tiene Argentina con el Fondo Monetario Internacional.
Sin embargo, luego de la conversación entre ambos, ocurrió Bolivia. El Gobierno de los Estados Unidos no tardó en apoyar a la presidencia transitoria y su convocatoria a elecciones, pero Fernández fue del bando que denunció un “golpe de Estado”. El presidente electo argentino fue más allá, e incluso criticó directamente a Trump, al que acusó de retrotraer al Gobierno de Estados Unidos a la década del setenta, haciendo referencia a los golpes militares ocurridos en América Latina.
Resumiendo, la relación bilateral pareciera algo tensa, pero lo cierto es que podría ser peor. Estados Unidos parece no tener interés en “soltarle la mano” a Argentina, ya que no tiene intenciones de que se reedite con fuerzas el fallido Socialismo del Siglo XXI de la década pasada. Fernández también sabe que pelearse con Trump es sinónimo de default automático, ya que sin su mediación ante el fondo, el “reperfilamiento” de la deuda se convierte en cesación de pagos. Veremos a partir del 10 de diciembre que factores empiezan a pesar más y como se desarrolla este vínculo, más importante para el Sur que para el Norte, lógicamente.