“Me hicieron sentir realmente muy cómodo. Aquí se respira lucha y revolución. Gracias por continuar con el legado del comandante eterno, Hugo Chávez”. Con estas palabras el exfutbolista argentino y actual director técnico Diego Armando Maradona se refirió a la reunión que mantuvo la anoche del martes con el tirano venezolano, Nicolás Maduro.
Aunque suene absurdo, el cónclave entre ambos tuvo una finalidad concreta: el entrenador de Gimnasia y Esgrima de La Plata (equipo que ocupa el último lugar en la lista de los promedios y podría descender a la segunda categoría) se hizo presente en Caracas para brindarle “apoyo político” al régimen en decadencia. El acto de lealtad fue un bochorno más de la lista que tienen entre ambos, donde hasta este momento se destacaba la cómica oferta que le hizo Maradona en una oportunidad al discípulo de Chávez: la de convertirse en un soldado del ejército bolivariano para armarse en defensa de la revolución, con la finalidad de frenar una invasión norteamericana.
Luego del intento de golpe a la Asamblea Nacional, hasta el Gobierno de Alberto Fernández (con Cristina Kirchner de vicepresidente) salió a tomar distancia de la tiranía que ocupa Miraflores. Pero “el 10” es absolutamente incondicional al régimen (que lo ha contratado en más de una oportunidad). Incluso dirige los partidos de su equipo con una gorra con la cara del que denomina “comandante eterno”.
Lo cierto es que la gorra de Chávez no le ha traído mucha suerte a Maradona. Desde que tomó la dirección técnica del lobo platense ganó cuatro encuentros, pero perdió seis. Su desempeño está en sintonía con sus antecedentes como director técnico en otros equipos.
¡Qué alegría ver nuevamente en nuestra Patria amada a Maradona! Venezuela es tu casa amigo y hermano del alma. ¡Bienvenido! pic.twitter.com/gwkgEbJZZH
— Nicolás Maduro (@NicolasMaduro) January 22, 2020
En su primera experiencia como director técnico, en el banco del Deportivo Mandiyú de Corrientes, consiguió un solo triunfo, cosechó cinco caídas y seis empates. Luego, en el Racing Club de Avellaneda, volvió a perder más de lo que ganó: dos juegos a favor, tres en contra y seis empates. A pesar de no haber contado con grandes resultados, bien al estilo demagogo argentino, a Maradona le ofrecieron la selección nacional para el mundial de Sudáfrica en 2010. El plantel, con jugadores de primerísimo nivel como Lionel Messi, se las arregló para llegar a cuartos de final a los tumbos. Allí, Alemania puso blanco sobre negro y despachó a la albiceleste con un 4 a 0 que pudo haber sido incluso peor.
Pero si en Argentina, con una rica historia futbolística y dos campeonatos del mundo ganados, nada importa a la hora de celebrar la demagogia, en la Venezuela de Maduro mucho menos. El déspota venido a menos, que todavía se aferra al poder, le ofreció la dirección técnica de la vinotinto. Maradona dijo que aceptará gustoso, pero que tendrá que ser luego de su compromiso con Gimnasia.