Desde estas columnas advertimos durante toda la gestión de Mauricio Macri las diferencias escandalosas del mandatario relator-comentarista y del Presidente de la Nación. Cuando lo que estaba enfrente era el micrófono, sobre todo en foros internacionales, el exjefe de Estado argentino tenía un correcto diagnósitco de los problemas y hasta se animaba a señalar el camino acertado para solucionarlos. Sin embargo, el Macri presidente iba en otra dirección muy diferente.
Finalmente, como advertían los “liberalotes” (término acuñado por los macristas para desestimar las críticas de los economistas que advertían los peligros del modelo), el expresidente nunca pudo encontrarle la vuelta y se fue en medio de una fuerte crisis, con un durísimo control de cambios. Ni los dólares del Fondo Monetario Internacional, que hoy hay que devolver, pudieron garantizar la reelección, aunque el rival haya sido el kirchnerismo.
Este fin de semana, el expresidente volvió a participar de un encuentro político privado con un grupo de seguidores en el sur del país. No es claro si Macri sabía que lo estaban grabando (sus palabras viralizaron en las redes sociales en pocos minutos), pero para el caso es lo mismo. El mensaje que transmitió fue claro y dejó en total evidencia su falta de liderazgo durante los años que ocupó el sillón de la Casa Rosada.
En el breve video, de dos minutos de duración, Macri cargó contra sus socios de la Unión Cívica Radical (UCR) en Cambiemos y aseguró que no le dejaron hacer correcciones en el gasto. El expresidente hizo referencia a un supuesto intento de equiparar asignaciones sociales en todas las provincias, pero supuestamente en el radicalismo vetaron la idea.
Pero la parte más curiosa del encuentro es cuando hace referencia a su equipo de gobierno, donde sí eran todos de su riñón político:
“Yo siempre les decía a todos…cuidado, que yo conozco los mercados…si no nos dan mas plata, nos vamos a ir a la mierda“, aseguró el expresidente que le decía con preocupación a sus más cercanos colaboradores.
¿La respuesta de ellos? “Nooo…tranquilo….“. A tres meses de haber perdido las elecciones a manos de un frente del peronismo y el kirchnerismo, hoy Macri asegura que no podía seguir gobernando “tomando deuda eternamente”.
Si Macri desea desempeñar un rol en la oposición, es positivo que, al menos, haya comprendido lo que falló en su Gobierno. Sin embargo, aunque hoy vuelva a hacer un diagnóstico acertado, sus palabras no lo eximen de su responsabilidad. Él asumió el Poder Ejecutivo en medio de una complicada herencia que dejó el kirchnerismo, de la que, lógicamente, no era el responsable. Sin embargo, la subestimación de la situación, el empecinamiento con el siempre fallido “gradualismo”, la falta de voluntad política para hacer reformas de fondo y el ataque a los que señalaban las fallas del modelo, sí son responsabilidad de Macri.
Al menos que sus palabras sirvan de ejemplo para el futuro, cuando algún próximo turno “no populista” vuelva a tener dudas sobre si cambiar el sistema de raíz o intentar, una vez más, de enmendar el Estado fallido populista y estatista argentino.