Una de las discusiones que solemos tener los liberales está relacionada con los límites del Estado y sus atribuciones. Cuando el debate se torna más teórico, y nos alejamos de la cuestión política de coyuntura, una vez que cuestionamos prerrogativas como la emisión de moneda o la regulación de los contenidos educativos hay un punto concreto que hasta los más libertarios casi no cuestionamos: un hipotético control y plan de acción ante una posible epidemia.
Incluso los defensores del Estado pequeño y limitado podemos delegar en la autoridad central esta cuestión, casi sin sonrojarnos ni perder el carnet de certificación liberal de alta pureza. Paradójicamente, el Estado argentino, tan grande como ineficiente, con miles de dependencias gubernamentales y millones de empleados públicos a nivel nacional, cuando tiene que hacer algo concreto dentro del marco de sus atribuciones más lógicas se muestra como es: una inutilidad cara e ineficiente.
Cuando explotó el coronavirus y empezaron a aparecer los primeros casos fuera de China, las autoridades nacionales que forman parte de ese Estado elefantiásico deficitario comentaron el primer plan de acción delirante. Desde el Ministerio de Salud aseguraron que apelaban al “autocontrol” de los ciudadanos para que la enfermedad no se propague en territorio nacional.
Ya que van a apelar al autocontrol ante un caso como este, las autoridades argentinas podrían convocar al mismo autocontrol o a la autogestión para suprimir todas las otras funciones que el Estado incumple terriblemente. Enfrentaríamos el coronavirus, pero al menos no tendríamos esta inflación delirante, estos impuestos imposibles y esta deuda que nos tiene, otra vez, al borde del default. Por ahí hacemos negocio y todo…
Luego del escándalo que generó la política oficial del “autocontrol” el Ministerio de Salud de la gestión peronista se decidió por mostrar otra cosa: un banner en el aeropuerto internacional de Ezeiza. Allí se observan algunos consejos para los que van y regresan de China.
“Ahora descubrimos Italia, pero el foco es China y en dos meses no hicimos nada y seguimos sin hacer nada. Hay un cartel en el aeropuerto dando algunos consejos. Es todo lo que hacemos”, señaló el exembajador en China, Diego Guelar. Para el funcionario de la gestión de Mauricio Macri, “hace dos meses que las autoridades no hacen nada”, por lo que Argentina podría estar en serias dificultades.
Guelar también aseguró que quiso hablar con el ministro de Salud y con el canciller, Felipe Solá, pero que directamente no le atienden el teléfono:
“Traté de hablar con González García, no me contestó el llamado. Tampoco me respondió emails. Con la Cancillería también me quise contactar. A los dos los conozco desde hace 35 años”, resaltó.
Por estas horas, lo único que se está disponiendo es un control para los vuelos que llegan de Italia y se aguarda una nueva resolución de la Organización Mundial de la Salud, que hoy reconoció que el mundo puede estar al borde de una “potencial pandemia”.
Más de 400 paraguayos aislados en Italia
En Lombardía y Benedetto (Norte de Italia) hay más de 400 ciudadanos paraguayos aislados en una zona de alto riesgo. En el lugar ya se registraron 10 víctimas fatales. Roberto Melgarejo, embajador de Paraguay en el país, aseguró que se encuentran trabajando en la asistencia de estas personas y que una vez que se compruebe su estado de salud podrán regresar sin inconvenientes. Según el diplomático, ninguno de los paraguayos en Italia ha reportado síntomas de la enfermedad.