No es la primera vez que Sergio Berni hace referencia a la política de la “guerra contra las drogas” en la que el planeta entero sigue empecinado. En aquellas oportunidades intentó poner otra voz en el debate y presentó una posición inusual: proponer la legalización del consumo, pero también despenalizar la producción.
En la política argentina ya se discute eliminar la penalización sobre el consumo de lo que se conoce como “drogas blandas”, pero nada se dice del proceso de producción y ventas. En esta oportunidad, el ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Sergio Berni, fue un poco más lejos en sus argumentos: “No hay un solo caso de éxito en el mundo de la lucha contra el narcotráfico en el mundo”. Tiene razón.
Para el funcionario bonaerense el problema se acentuó en la época de Richard Nixon, cuando desde los Estados Unidos se declaró que el “enemigo número uno” era la droga, comenzando “la hipótesis de la necesidad de la confrontación abierta”.
Con respecto a la gestión de la exministra de Seguridad de Cambiemos, Patricia Bullrich, quien aseguró que sus procedimientos batieron record en la incautación de drogas y que, por lo tanto, se redujo la cantidad de sustancia a la venta en las calles, Berni resaltó:
“Nadie puede pontificar sobre lo que no conoce. Si le pregunto cuánto se cosecha de trigo o de soja este año podremos llegar a una respuesta cuantificable y certera. Pero si yo le pregunto cuánto es lo que circula de cocaína o de marihuana por la Argentina, no lo sabe ni usted, no lo sé yo. No lo sabe nadie. Por lo tanto, se utilizan índices internacionales que afirman que se confisca entre el 3 % y el 5 % de la droga que circula. Mayor incautación indica que hay mayor circulación”, señaló.
Con respecto a las promesas constantes de terminar con el problema del narcotráfico, el ministro de la provincia aseguró que hasta que no se cambie el paradigma y el enfoque, no se podrá solucionar absolutamente nada: “Mientras sigamos con este paradigma de lucha contra el narcotráfico, cuyo efecto es muerte, fracaso y que el narcotráfico se seguirá expandiendo a través del mundo. No hay un solo caso de éxito de lucha contra el narcotráfico en el mundo. Si no estamos dispuestos a sentarnos en una mesa, aunque parezca políticamente incorrecto, y empezamos a discutir un nuevo paradigma de cómo afrontar el problema del narcotráfico, vamos a seguir hablando de esto dentro de diez años igual que hoy”.
Berni tiene razón. Es necesario cambiar el paradigma y empezar a pensar este problema de una forma diferente. El resto de la política debería meditar sobre sus palabras. El kirchnerismo, y el mismo Berni, también deberían reparar que las leyes económicas y los incentivos que aplican con la comercialización de las drogas aplican también al resto de la economía. La política de control de cambios, control de precios y todo el delirio del programa kirchnerista, al igual que la guerra contra el narcotráfico, tampoco presenta un solo caso de éxito en la historia de la humanidad.