El plan de “ajuste” (palabra reconocida por el mismo presidente) de Alberto Fernández es claro: el Estado, que reduce su déficit o entra en default, aumenta los impuestos y el sector privado paga los platos rotos. Luego de modificar los cálculos jubilatorios, de una forma que el peronismo jamás le hubiera permitido al macrismo, ahora van por el sector agropecuario, otra vez. Aunque el “albertismo” tenga sus diferencias de estilo con el “cristinismo” y se muestre más moderado y civilizado, el manoteo al sector más productivo del país parece un denominador común de ambas etapas.
“Una vez más los productores agropecuarios de todo el país, nos vemos empujados a tomar medidas en defensa de la condición más dignificante del alma y del hombre como tal, nuestro trabajo. Pasan los tiempos, cambian los actores, las situaciones, la dialéctica (si era soberanía, seguridad alimentaria o solidaridad); pero la respuesta de los gobernantes sigue siendo la misma, frente a su incapacidad de solucionar los temas estructurales, y se repite en nuestra historia como si obedeciese a leyes naturales. Retenciones, derechos de exportación, en definitiva, más impuestos”, señaló un comunicado de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA).
La entidad ya confirmó un cese de actividades entre el lunes y el jueves próximo y no descartó un plan de lucha: “Nos veremos en las rutas”, aseguraron desde CRA. Por su parte, la Mesa de Enlace del campo, entidad que reúne al resto de los grupos productivos, por esta hora analiza plegarse a la huelga para dar una fuerte señal al Gobierno.
En la provincia de Santa Fe varios productores, que ya preparan el cese de actividades, plantean una “rebelión fiscal” como respuesta a la idea de subir las retenciones a la exportación.
Espert: “Pongan los huevos y paren”
La noche del miércoles, el economista y excandidato a presidente José Luis Espert respaldó al sector agropecuario. “Ojalá que el agro ponga lo que hay que poner. Que ponga los huevos y pare. Es la gente la que se tiene que rebelar. Hay que dejar de pagar impuestos y que el ajuste lo hagan ellos algún día”, señaló el referente liberal.
Para Espert, el campo se equivocó al aceptar las retenciones del macrismo “sin chistar”, por lo que ahora debe tener una actitud diferente. “Es inmoral que la clase política le cobre impuestos a la gente para financiar cerca de un millón de ñoquis que hay en el Estado. Los mismos caraduras que hablan del problema de la deuda le echan la culpa a los acreedores. Son un conjunto de psicópatas”, resaltó el economista, que buscará una banca en el Congreso el año próximo.