La situación económica argentina es cada vez más complicada. Nada de todo esto puede resultar una sorpresa, claro. El fuerte control de cambios está generando los mismos resultados que en todos los otros experimentos similares a lo largo de la historia, la emisión monetaria sigue depreciando el valor del peso y los delirios recurrentes como la ley de regulación de alquileres ya repercuten en el mercado inmobiliario.
A lo largo del mes pasado, el Observatorio de la Cámara de Empresas de Servicios Inmobiliarios realizó un relevamiento cuyo resultado se publicó esta mañana, y si bien la información era la esperada, la situación no deja de ser alarmante. Según el informe, el tipo de cambio oficial no existe a la hora de negociar la compra y venta de las propiedades. El dólar paralelo del mercado negro es la referencia obligada. El valor del dólar artificial fijado por el Gobierno de Alberto Fernández, pero restringido a un máximo de 200 mensuales por persona, parece que para lo único que sirve es para estafar al sector agropecuario exportador, que además paga altísimos impuestos y retenciones.
El informe realizado en junio demostró que la mayoría de las inmobiliarias aseguraron que el valor en dólares de las propiedades se ha depreciado considerablemente. Algunas de las empresas consultadas indicó que la caída fue del 10 %, otros del 20 %, pero algunos operadores del mercado aseguraron que las caídas llegaron hasta el 40 %.
Según el reporte del el Observatorio de la Cámara, las negociaciones fijadas en el dólar libre superan el 70 % de las transacciones del mercado. En el resto de las compraventas menos de un 20 % negocia una cotización promedio entre el tipo de cambio libre y el oficial. Solamente un 8 % de las operaciones en el mercado en los últimos meses tuvo como referencia el valor de la divisa establecido por el Banco Central de la República Argentina.
Siguen cayendo los depósitos en dólares
El fantasma del corralito y el corralón de 2001-2002, donde los ahorristas perdieron sus depósitos en dólares, evidentemente sigue presente en la memoria de los argentinos como un trauma. Con un escenario de déficit fiscal preocupante como en aquella oportunidad, la gente vuelve a sacar sus dólares en los bancos. De junio de 2019 al mes pasado los depósitos en moneda extranjera cayeron un 46 %.
En el último informe de la consultora Porfolio Personal, los analistas de la firma manifestaron que con tantas variables económicas vulnerables como el alto déficit primario, la caída de la actividad y la fuerte emisión monetaria, “no hay incentivos fuertes para mantenerse en pesos”.