En Argentina se le llama “falopa” a la droga. Claro que no estamos hablando de ninguna sustancia médica legal que pueda ser ubicada en el mundo de las “drogas” que un doctor pueda recetar. Hablamos de marihuana, cocaína, pasta base y el resto de las sustancias prohibidas. También se le puede llegar a decir “falopa”, aunque es menos usual, a algo de mala calidad. Ni yo ni el resto de los argentinos escuchamos nunca ninguna otra acepción para el término en cuestión. Este fin de semana parece que el intendente peronista de José C. Paz, Mario Ishii, hizo una carambola y, refiriéndose a la “falopa”, dio la excusa más “falopa” en la historia del peronismo, pero también de toda la política nacional.
En el medio de un conflicto sindical con los conductores de las ambulancias municipales, el jefe comunal fue grabado increpando a los choferes y diciendo algo que parecía no tener justificación alguna. Pero Ishii se animó a dar una explicación.
“Se mandan una cagada, que me venden falopa, yo los tengo que cubrir. No los rajé todavía, cuando me están vendiendo falopa con las ambulancias”. La grabación clandestina registrada sin conocimiento del intendente parece indiscutible. Al verla por primera vez uno supone que una pareja infiel, atrapada en medio del acto con un amante, tiene más chances de salir de la situación con éxito. Hemos visto en decenas de comedias la famosa frase: “es un mal entendido… no es lo que parece… yo lo puedo explicar”, cuando en lo concreto no hay absolutamente nada que aclarar, ya que todo ha quedado expuesto.
Cuando el video salió en televisión y sevviralizó en las redes sociales aparecieron, lógicamente, los rumores de renuncia. Con el correr de los minutos, la situación ya tenía repercusión en la justicia y comenzaban a aparecer las denuncias y a iniciarse las investigaciones pertinentes. Sin embargo Ishii salió a hablar y dijo que no piensa renunciar. El dirigente peronista argumentó que el video fue editado y que cuando dijo “falopa” estaba haciendo referencia a “remedios”.
Sus palabras no fueron para nada convincentes, por lo que se decidió a esbozar un segundo argumento: hizo referencia a los empleados que había echado y aseguró que cuando dijo que los tenía que “cubrir”, en realidad estaba diciendo que tuvo que salir a buscar reemplazos para los puestos. Ni el canal ultraoficialista C5N, que defiende absolutamente cualquier cosa del Gobierno, se animó a respaldarlo.
En la pantalla kirchnerista dijeron que Ishii quedó “en la mira de la justicia”. “No parecen muy convincentes sus argumentos”, se lamentaron este fin de semana desde la señal oficial.
Por lo pronto, esta mañana el intendente justicialista decidió no presentarse a declarar en la Fiscalía y quedó imputado por “encubrimiento” al narcotráfico.
Sus abogados deberán ser muy creativos y ocurrentes para sacar a Ishii de este complicado enredo. El panorama parece extremadamente complicado.
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