Históricamente, casi todas las reformas judiciales que han tenido lugar en Argentina tienen gato encerrado. Sin importar el signo político del Gobierno de turno, cada iniciativa vinculada al Poder Judicial es sinónimo de escándalo. Lo fue la Corte Suprema menemista, pero también lo fue la desarticulación de la misma con el kirchnerismo, y también sucedió con el intento de nombramiento de jueces por decreto durante el macrismo, al igual que ocurre ahora con el albertismo.
Durante la campaña presidencial Alberto Fernández dijo que no pensaba meter mano en el máximo tribunal de Argentina. La promesa parece que se cumple a medias, o se incumple un poquito, según la opinión de cada uno. Aunque no hay intención de modificar la constitución de la Corte, el presidente argentino respalda la inclusión de un nuevo órgano judicial: un “Consejo Asesor” que acompañará a la CSJ, por ahora, con asesoría “no vinculante”.
Fuentes cercanas al presidente aseguran que Fernández considera que la Corte está “paralizada”, sin “agenda ni actuación”. Desde el albertismo indican que es necesario un tribunal con mayor actuación, por lo que se impulsa el nuevo espacio. Pero el escándalo no tardó en explotar. Dentro de los 11 miembros que integrarían el consejo está Carlos Beraldi. El abogado es el patrocinador estrella de Cristina Fernández de Kirchner en varias de sus causas judiciales vinculadas con la corrupción.
Para la oposición, la inclusión de Beraldi no tiene que ver con su condición técnica, sino que se trata de una maniobra política para favorecer a la vicepresidente. Elisa Carrió ya aseguró que su espacio “no facilitará ningún tipo de acuerdo” y el titular de la Unión Cívica Radical, Alfredo Cornejo, dijo que hay un “afán notable” para frenar las causas que complican a CFK como “los cuadernos” y Hotesur.
Pero la inclusión de Beraldi no fue la única bomba que explotó en la oposición. Fernández le regaló un fuerte dolor de cabeza a Mauricio Macri al convocar a una jurista cercana al expresidente. Inés Weinberg de Roca fue la mujer que el líder de Cambiemos propuso para el rol de Procuradora Nacional hace dos años. Aunque el kirchnerismo puso palos en la rueda para su nombramiento, el expresidente consideró que Weinberg de Roca le debe lealtad política. Resulta que la jurista habría aceptado la convocatoria de Fernández, lo que para Macri es sinónimo de una traición personal.
El anuncio sería realizado mañana por el Poder Ejecutivo y por estas horas se estaría trabajando en el formato del evento, que puede ser realizado de manera virtual ante el incremento de casos de coronavirus en el área metropolitana.