El pasado 10 de octubre tuvo lugar la entrega de premios del undécimo concurso de ensayos organizado por Caminos de la Libertad en la Ciudad de México.
En esta ceremonia se reconocieron los trabajos de once ensayistas de Argentina, Guatemala, Perú y República Dominicana. También se entregó el premio “Una Vida por la Libertad” a Arnold Harberger, por su aporte en la transformación de la economía chilena, que logró reducir notablemente la pobreza y construir la economía más eficiente de América Latina.
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Caminos de la Libertad es una organización mexicana que tiene como misión provocar la reflexión sobre los distintos aspectos de la libertad y generar consciencia acerca de su valor en nuestras vidas. Conducida por Bertha Pantoja y un increíble equipo de gente, parece estar logrando lo que su mecenas y fundador, Ricardo Salinas, soñó al crearla.
Según Sergio Sarmiento, su presidente, el mensaje de Ricardo Salinas fue contundente: “Salgan y pongan la idea de la libertad en el centro de discusión política, aquí en México y en todo el mundo.”
Ricardo Salinas Pliego es uno de los pocos empresarios que dice lo que piensa, no importa cuán políticamente incorrecto sea lo que tenga para decir.
Durante la ceremonia de premiación y frente a más de 200 personas, Salinas rescató el valor de la competencia y el libre mercado, remarcando que los monopolios solamente existen por obra y gracia de la intervención gubernamental.
“La libertad en el mercado es tan importante… que todos puedan comprar lo que quieran, y que cualquiera pueda vender lo que quiera, sin que tengan que hacerme el favor de protegerme. Por eso este giro proteccionista que hay hoy en día en todo el mundo es tan preocupante, porque va a pasar a perjudicar a millones de consumidores y a beneficiar solo a unos cuantos productores. Y, créanme, como empresario lo sé. Es muy fácil organizarse como productor y como empresario para presionar los botones políticos correctos y lograr privilegios de monopolios, aranceles, tarifas, que nos beneficien. Eso es lo más fácil de hacer. Por eso los gobiernos tienen que tener gran valor para enfrentarse a los intereses industriales, comerciales, financieros y poner el piso parejo para que todos compitan.”- sostuvo Salinas.
También se dirigió al jefe de gobierno del Distrito Federal, Miguel Angel Mancera, presente en el evento y propulsor de una propuesta para elevar el salario mínimo, alertándolo sobre el peligro y perversas consecuencias de este tipo de medidas.
“Hoy en México anda por ahí esta idea de que ‘pobrecitos los que no ganan suficiente y hay que subirles el ingreso a través de un salario mínimo’. Otra vez, una buena intención que no lleva a nada bueno. Porque lo que va a causar es un desempleo brutal. La gente menos calificada va a ser la que no va a ser contratada. Y, lamentablemente, no es solo el tema del salario mínimo, sino la carga social asociada a los salarios. Todo eso se vuelve un aumento artificial y hace que quienes no valgan esa cantidad no sean contratables.
Con respecto al régimen fiscal agregó: “El impuesto sobre la renta no es más que un dividendo para un socio que se llama Estado. Él es el único socio de todos nosotros que no reinvierte y cobra cada año su dividendo. Imagínense si yo manejara mis empresas así, ¿a dónde hubiéramos llegado? Entonces no deja de ser paradójico que nuestros políticos, que tanto insisten en la necesidad de acabar con la pobreza y la importancia de tener empleos, sean los primeros que promueven las políticas que causan el desempleo, que generan desinversión e impiden la productividad de las empresas.”
Al cerrar su discurso, volvió a hacer hincapié en la importancia de la labor de los intelectuales en la defensa de la libertad y la difusión de sus principios para lograr un cambio cultural a largo plazo.
“Estamos en un momento en donde la libertad está bajo ataque. Y no solo por los populistas de izquierda, porque también hay populistas de otras cepas. Todo esto me llevó a pensar en ese famoso comunista que se llamaba Gramsci, que decía que eran los intelectuales quienes iban a cambiar el mundo hacia ese comunismo que él pensaba que era muy bueno. Nosotros estamos aquí haciendo exactamente lo opuesto. Y creo que vamos por buen camino.”- finalizó Salinas.
No hay duda de que aquellos intelectuales que estamos trabajando por cambiar el mundo hacia el respeto por los derechos individuales, no podemos dejar de reconocer y agradecer el apoyo que Ricardo Salinas Pliego representa. Su pasión por la libertad es el motor que lo lleva a invertir y reinvertir en ella. Y los dividendos no tardarán en llegar.