Entrevista a María Blanco, Economista Española, Profesora de Economía de la Universidad CEU San Pablo y autora de los libros “Las Tribus Liberales” y “Afrodita Desenmascarada”.
Luego de su visita a Chile, María Blanco visitó Argentina para presentar su nuevo libro “Afrodita Desenmascarada. Una defensa del feminismo liberal”, que tuvo gran repercusión y generó bastante revuelo entre las feministas de izquierda y también en la vertiente más conservadora del liberalismo.
Con su melena color fuego y su acento madrileño, María nos cuenta que fue el hecho de ver la radicalización de los movimientos feministas lo que la llevó a tomar la decisión de no quedarse callada y ofrecer un punto de vista alternativo del feminismo. Una alternativa que no busca soluciones colectivistas financiadas por los impuestos de los ciudadanos.
En su libro, María propone reflexionar sobre acciones concretas que pueden ser llevadas a cabo individualmente para apoyar a aquellas mujeres que viven en contextos opresivos, sin caer en pedido de privilegios al gobierno de turno. Ella considera que es la mentalidad y cultura socialista la que incentiva a la gente a buscar respuestas en el Estado, y que por esa razón es importante cambiar esa cultura, sin traicionar o violar los principios de la libertad.
Considera que el capitalismo, en su respeto por el mercado, por la competencia, por la propiedad privada, por los contratos y por la defensa de la integridad física de las personas, es el sistema que más ha colaborado en el desarrollo de la mujer.
Para María, el rescate del feminismo es una cruzada personal y considera que es un grave error ceder su bandera tan fácilmente. Destaca la acción de feministas liberales como Ayaan Hirsi Ali, quien valientemente denuncia los abusos del islamismo y quien, a pesar de defender los derechos individuales de la mujer, está sufriendo una injusta persecusión de feministas de izquierda muy populares. “Es una falta de coraje no defenderla o no defender a las mujeres de la barbarie del islamismo”, sostiene.
Ni marxista cultural, ni machista, ni conservadora, ni postmoderna, María cree en quitarse las máscaras y la corrección política y en asumir la responsabilidad de la acción individual. “La mejor manera de difundir el liberalismo y el individualismo es dar ejemplo”, concluye María.