Cuando cumplí 16 años, encontré en una vieja biblioteca de mi abuelo una de las primeras ediciones de la novela La Rebelión de Atlas en idioma español. Siempre fui curiosa y nunca me alcanzaron las verdades reveladas o los argumentos inconexos. Quizás fue por eso que me fui enamorando de la novela página a página, a medida que comprendía que cada detalle, cada personaje, cada diálogo eran parte de un hilo conductor que dirigía toda la historia hacia una consecuencia lógica.
Atlas Shrugged (su nombre original) es un complejo y misterioso rompecabezas de más de 1.100 páginas, en el que uno va sintiendo uno a uno los “clicks” de cada engranaje encajando a la perfección a medida que avanza su trama.
A su autora, Ayn Rand, le llevó once años escribir la novela que el pasado 10 de octubre cumplió 60 años desde su publicación, pero el esfuerzo ha valido la pena. Considerada el segundo libro con mayor influencia (luego de la Biblia), de acuerdo con un estudio realizado por la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, Atlas Shrugged es una obra que deja en total evidencia cómo las ideas filosóficas que elegimos y adoptamos determinan el curso de nuestras vidas.
A muchos lectores les llama la atención la perfección con la que Rand describe en su novela lo que finalmente ocurriría en la realidad en gran parte de los países de América Latina, décadas después de que esta fuera publicada. Una perfección que, de haber Rand nacido en el siglo y lugar equivocados, hubiera sido condenada a la hoguera por bruja. Pero Rand, obviamente, no era bruja ni tenía la bola de cristal. Entonces ¿cómo es posible que haya anunciado en forma tan precisa el futuro que viviríamos?
Aquí un extracto de su novela:
“Cuando advierta que para producir necesita obtener autorización de quienes no producen nada; cuando compruebe que el dinero fluye hacia quienes trafican no bienes, sino favores; cuando perciba que muchos se hacen ricos por el soborno y por influencias más que por el trabajo, y que las leyes no lo protegen contra ellos, sino, por el contrario son ellos los que están protegidos contra usted; cuando repare que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en un autosacrificio, entonces podrá, afirmar sin temor a equivocarse, que su sociedad está condenada”.
Rand no tenía la bola de cristal, pero sí creía en la ley de causalidad y tenía claro que las ideas no son meras abstracciones fútiles, sino que tienen el poder de cambiar el rumbo de la historia y de sociedades cuando finalmente se las lleva a la práctica. Ella sabía que las ideas con las que los intelectuales de la época estaban coqueteando apasionadamente no podían tener otro resultado en la práctica que el descrito arriba. Ella sabía cómo una epistemología y una metafísica equivocadas, conducirían a un sistema moral y a un sistema político perversos. Para una mente como la de Rand no fue difícil conectar conceptos y deducir cómo acabaría la historia si se continuaba por el camino que se había emprendido.
De acuerdo con las propias palabras de Rand durante una conferencia ofrecida en 1964: “La historia presenta el conflicto de dos antagonistas fundamentales, dos escuelas opuestas de filosofía, o dos actitudes opuestas hacia la vida. Como forma breve de identificarlas, las llamaré el eje razón-individualismo-capitalismo versus el eje misticismo-altruismo-colectivismo”.
Como lectores, podemos leer La Rebelión de Atlas, quedarnos nadando en la superficie de la historia y pasar un rato entretenido. Es un tipo de experiencia válido, pero nos estaríamos perdiendo todo un mundo subyacente y una gran lección. Zambullirnos en sus principios, comprender las motivaciones y las diferentes psicologías de los personajes, conectar a cada uno de ellos con las ideas filosóficas que abrazan, analizar los diálogos y descubrir las perlas que contienen, comprender cuál es el verdadero motor de los eventos que ocurren… eso puede ser una experiencia reveladora capaz de cambiar nuestra vida.
Con el objetivo de ofrecer y facilitar este tipo de experiencia, y celebrando el 60 aniversario de su publicación, el Ayn Rand Institute acaba de lanzar The Atlas Project y el Atlas Project en Español. Se trata de dos grupos de lectura online (uno en inglés y otro en español) dirigidos por expertos en el tema, que se reúnen una vez por semana para analizar, comentar y debatir cada capítulo de la obra. El proyecto ofrece además la posibilidad de profundizar en la filosofía objetivista creada por su autora y base de toda la novela.
Sin contar detalles de la historia para no arruinar la experiencia a los nuevos lectores, Agustina Vergara Cid, argentina, abogada, directora del Club Objetivista Internacional y líder del Atlas Project en Español, nos cuenta en esta entrevista de qué trata el proyecto y nos habla sobre el valor y significado de esta grandiosa obra.