
EnglishAnte el confuso panorama que arrojaban las encuestas, que mostraban una competencia apretada entre Clara López, Rafael Pardo y Enrique Peñalosa, este último, finalmente, obtuvo el puesto de alcalde de Bogotá, al conseguir el apoyo de 903.764 personas, de las cerca de tres millones que estaban habilitadas para votar en la capital del país.
Independientemente de las propuestas que presentó, sin duda jugó a favor de su victoria el “voto castigo” de los bogotanos cansados de la ineficiencia de 12 años de Gobiernos de izquierda, en los que la ciudad dejó de avanzar en infraestructura, la inseguridad volvió a crecer considerablemente, y la improvisación para sacar adelante el Sistema Integrado de Transporte hizo colapsar la movilidad de los ciudadanos.
Para el analista político y experto en seguridad John Marulanda lo que hizo ganador a Enrique Peñalosa fue el haberse apartado del sistema vicioso y político tradicional que hay en el país y ofrecer una perspectiva gerencial, de resultados. “El contraste y la falta de avances llevaron a castigar a la izquierda comunista de Colombia. Con estas elecciones es claro que el marxismo-leninismo en el país sigue siendo el viejo rincón electoral”.

La diferencia fue abismal. La izquierda, representada por el partido del Polo Democrático, obtuvo apenas 18% de aceptación. De hecho, Rafael Pardo, quien quedó en segundo lugar con 778.050 sufragios, alcanzó más votos que Gustavo Petro cuando fue electo alcalde de la ciudad, y la cantidad de personas que votaron por Francisco Santos (candidato del uribismo) tampoco fue despreciable (327.852 votos), lo que demuestra que hubo una importante movilización para manifestarse en contra de esta ideología política.
En palabras de Marulanda, el anterior fue un Gobierno que polarizó a la sociedad con un discurso que ya no aplica. Eso también se demostró en la forma como quedó conformado el Concejo de Bogotá, en donde solo quedó un representante del Polo Democrático. “Apenas quedaron con un 18% de aceptación, y eso es un símbolo de lo que piensan los colombianos”.
Asimismo, todo parece indicar que los contratiempos que tendrá Peñalosa para gobernar no serán muchos, independientemente de la ardua labor que tiene de volver a posicionar a Bogotá como una de las ciudades más desarrolladas del país, a la que Medellín le tomó mucha ventaja en los últimos años.
“Pardo y Francisco Santos le han ofrecido a Peñalosa su colaboración y ellos son los que mantienen la mayoría de concejales, así que habría que esperar que los acuerdos se den de manera efectiva y el miembro del Polo tendrá que doblegarse a la voluntad de las mayorías”, dice Marulanda.
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Un mensaje claro para las FARC
Para este analista, los resultados electorales en Bogotá, de manera particular, son un mensaje muy claro para los guerrilleros de las FARC en La Habana. “Ellos desde allá deben darse cuenta que sus ofertas, su discurso y sus tácticas no tienen posibilidades electorales”.
Y aunque todavía está por verse de qué manera van a entrar a la lucha política en el país, es claro que para ellos será mucho más complicado alcanzar posiciones dentro de ella, no sólo por su ideología política sino por la poca o nula aceptación que tienen dentro de la sociedad colombiana debido a los crímenes que han cometido.
Para el analista, las FARC pierden aún más credibilidad, porque se esperaría que usen el dinero del narcotráfico y el parque de armas que se duda devuelvan, y que podrían conservar ilegalmente, para financiar sus campañas electorales, afirma Marulanda.