EnglishEl Presidente Nicolás Maduro ha conmemorado el Día del Periodista este 27 de junio, en medio de su desesperación por repuntar su nivel de popularidad en las encuestas, y por tapar sus violaciones a la libertad de expresión y su ofensiva a los medios de comunicación independientes — que han sido más y peores que las realizadas por “el Líder Supremo” Hugo Chávez en los años anteriores.
De allí que la fecha fuese propicia para proyectar en el Palacio de Miraflores el vídeo “Chávez comunicador del Siglo XXI”: Para insistir en un acto oficial que en el país existe “plena libertad de expresión” y cuestionar que algunos ciudadanos, ONG y países del mundo crean que su gobierno viola tal libertad; para anunciar el comienzo de un proceso de revisión de todos los mecanismos de gobierno, trabajo, consulta y toma de decisiones, “para entrar en una etapa superior de conciencia de eficiencia verdadera, junto al pueblo”; y para otorgarle el Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar 2014 al conocido periodista Eleazar Díaz Rangel, director del diario Últimas Noticias.
Aunque, para decir verdad, aquí la aberración no fue del gobierno sino del propio Rangel, quien en su discurso, al recibir el galardón, aseguró que en los gobiernos de la IV República [los 40 años previos a Chávez] había censura en los medios de comunicación y no existía la libertad de prensa. Por tanto, fue “desde que llegó Hugo Chávez a la presidencia que se acabó la censura y la intimidación a los medios”.
A la vez, intentando (como siempre) de imitar a Hugo Chávez y, por tanto, de reinterpretar la historia y en particular el ideario de Simón Bolívar, el gobierno de Maduro emprendió una campaña publicitaria en torno al Día del Periodista de este año en la cual se destaca y se alaba la labor del Correo del Orinoco, órgano periodístico oficialista creado por el expresidente Chávez el 27 de junio de 2009.
Este pasquín hace honor a la publicación homónima fundada por el Libertador Simón Bolívar el 27 de junio de 1818 para difundir el ideario de la entonces causa patriota. Por dicha obra, el 27 de junio se celebra en Venezuela el día del periodista.
Pero lo más cómico e inverosímil es que en esta campaña —difundida fundamentalmente por el canal del Estado, Venezolana de Televisión—, se alaba al periódico y sus periodistas no solo por utilizar a este medio como supuestamente lo hizo Bolívar, y como también lo solicitó Hugo Chávez: Como “artillería de oficio” en la guerra mediática que supuestamente desarrolla la oposición democrática venezolana, conjuntamente con las oligarquías latinoamericanas y el imperialismo estadounidense.
Sino también, especialmente, por ejercer sus labores “con profesionalismo”, por ser ejemplo de “grandes batallas de pensamiento”, por desarrollar día a día “conciencia patriótica” y hacer del periodismo “un instrumento libertario”.
Es realmente insólito que el gobierno de Maduro se atreva a hablar en este momento de profesionalismo y de liberalismo comunicacional, cuando es evidente que ha acelerado la palanca de la radicalización en el llamado proceso de “hegemonía comunicacional” que el chavismo viene desarrollando desde hace años.
Nunca antes en la historia venezolana un gobierno había politizado y utilizado para sus propios intereses los medios del Estado (es decir, de todos los venezolanos), y empleado en forma tan visible y grotesca la censura, el cierre y la compra indirecta de al menos 700 emisoras de radio y TV.
Ningún otro gobierno habría aplicado el ahogo financiero y el acoso a la prensa escrita como lo ha hecho este. Por esos caminos, ha alcanzado el control casi total de prácticamente todos los medios de comunicación social del país.
Es más, nunca antes un gobierno había agredido verbal y físicamente a los comunicadores sociales y periodistas como lo hace el chavismo. Según denuncias del actual secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP), Marco Ruiz, han habido 231 agresiones a periodistas solo durante el período de protestas en contra el presidente Nicolás Maduro que comenzó el pasado mes de febrero.
Solo en los primeros 10 días de las protestas, 62 periodistas fueron víctimas de represión, hostigamiento, detenciones y robos de equipos de trabajo por parte de organismos de seguridad del Estado venezolano, de civiles armados y de manifestantes.
Como bien dice el venezolano Damian Prat, son tiempos tenebrosos para el periodismo y la libertad de información y expresión en Venezuela. En consecuencia, es una burla, una jugarreta comunista más del gobierno, hablar de “periodismo libertario”.
La verdadera comunicación libre y libertaria es aquella por la cual hoy en día luchan arduamente, con dignidad y valentía, los propietarios de medios, periodistas y comunicadores del ámbito democrático venezolano.
Pero no solo ellos, sino también todos los ciudadanos que utilizamos las redes sociales y los medios digitales para ejercer nuestro derecho de resistir pacíficamente en contra de un gobierno falaz, autoritario y neocomunista, así como de informarnos, expresarnos y opinar libremente dentro y fuera de nuestras fronteras.