EnglishAmérica Latina, la región que muchos pasan por alto por sus débiles economías y políticas inestables, ha progresado significativamente durante la última década, con Chile y Brasil actualmente liderando el camino hacia el pleno desarrollo. Sin embargo, a pesar de los notables éxitos alcanzados en la región durante ese período, la economía de la región ahora está llegando a un punto muerto.
Varios académicos prominentes estuvieron de acuerdo sobre ese tema la semana pasada en la Universidad de Miami, durante la celebración del Noveno Simposio Anual sobre América Latina en el Hotel Conrad, en el centro de Miami. Aunque eran especialistas en diferentes aspectos de América Latina, seleccionados por el Centro de Política Hemisférica, todos tuvieron mucho que alabar sobre la historia reciente de la región.
Uno de los avances más alentadores para América Latina fue la ampliación de la clase media. Tal como lo mencionaron la mayoría de los eruditos presentes, América Latina cuenta ahora con una clase media fortalecida y que no tiene miedo de hacer escuchar sus necesidades. De hecho, actualmente hay más gente en la clase media que en la pobreza, dijo Augusto de la Torre, economista en jefe para América Latina y el Caribe del Banco Mundial.
“Solíamos decir ‘cuando EE.UU. se resfría, cogemos una neumonía’, pero ya no”, dijo. “América Latina ahora tiene un sistema inmunológico más fuerte”.
Ese sistema inmunológico mejoró durante lo que llamó “la década de oro”, durante la cual 75 millones de latinoamericanos salieron de la pobreza, lo que implica una reducción de la pobreza en la región a menos de un tercio de la población.
Durante esta última década, América Latina también cambió su posición en la economía mundial, pasando de ser prestatario a ser acreedor, dijo de la Torre, señalando que la región ha logrado convertirse en un gran destinatario de IED (inversión extranjera directa).
Otro de los éxitos de la región es la Alianza del Pacífico, establecida por México, Colombia, Perú y Chile en 2012. Según Carl Meacham, director del Programa de las Américas del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales en Washington, DC, la alianza ha producido resultados sólidos en un corto período de tiempo.
“La alianza ha liberalizado el 92% del comercio interno y permite la libre circulación de personas entre los Estados”, dijo. “La Alianza del Pacífico representa más del 50% del comercio de la región”.
Pero a pesar de los logros de la joven alianza y la mejora económica general de la región, todavía hay mucho trabajo por hacer.
La desaceleración llega a América Latina
Jorge Castañeda, exsecretario de Relaciones Exteriores de México y ahora profesor en la Universidad de Nueva York, reconoció el progreso de la región, pero dijo que no es suficiente.
“La región en su conjunto no había visto este auge en la economía desde los años 70”, dijo. “Se empieza a ver el comienzo de la reducción de la desigualdad, pero el problema es que las cosas han perdido impulso”.
Explicó que aunque la economía sigue creciendo sobre el papel, su desarrollo extremadamente lento significa que en realidad no está creciendo para los que se acostumbraron a una economía en auge.
“La gente se acostumbró al auge y ahora se está endeudando, y eso es un problema porque ahora no hay dinero para el segundo hijo”, dijo, en referencia a un ejemplo de una familia que se acostumbró a un estilo de vida más cómodo que ahora es cada vez más difícil de mantener.
También señaló que los gobiernos se están volviendo demasiado insensibles a las necesidades de los ciudadanos, como en Brasil y México.
“Los gobiernos llegan al poder democráticamente pero no gobiernan democráticamente”, dijo. “Son insensibles a las demandas populares”.
Según Castañeda, los integrantes de la creciente clase media no se van a quedar cruzados de brazos viendo como los políticos dilapidan y roban el dinero que pagan en impuestos, y por eso es que salen a las calles a protestar, tal como ha venido sucediendo durante los últimos meses en Brasil.
“En Brasil la gente paga impuestos muy altos y no ven nada a cambio”, dijo. “No están satisfechos. Quieren más y no lo están obteniendo”.
Según de la Torre, esa combinación de altas expectativas y desaceleración económica es la razón por la cual América Latina está en una encrucijada. Señaló que con las tasas actuales de crecimiento (2,5% en 2013) es imposible que América Latina continúe ofreciendo el progreso general que estaba generando.
El economista del Banco Mundial cree que un crecimiento del 2,5% puede ser el nuevo normal en el futuro, pero es optimista en cuanto a que la región no regrese a su inestabilidad tradicional.
Dijo que para que la región siga progresando, es crucial que los gobiernos aprovechen el impulso de las crecientes clases medias e inviertan en educación que pueda generar un alto grado de movilidad intergeneracional.
“Hoy en día importa demasiado el lugar en el que uno nace”, dijo. “Eso sugiere que nuestras sociedades no proveen igualdad de oportunidades”.
Propuso el modelo de Corea del Sur como ejemplo de que la posición social de una persona al nacer no corte sus oportunidades de prosperar.
La crisis venezolana
Hablar de Venezuela fue prioritario para los estudiosos, que reflexionaron sobre el futuro del país en el último panel, compuesto por académicos como María Teresa Romero, columnista de PanAm Post y profesora de estudios internacionales en la Universidad Central de Venezuela, y Brian Latell, investigador asociado senior en el Instituto de Estudios Cubanos y Cubano-Americanos de la Universidad de Miami.
Latell habló de la beneficiosa relación que Cuba tiene con Venezuela, diciendo que Fidel Castro había tenido el ojo puesto en Venezuela desde el comienzo de su revolución. Así, dijo que la relación actual entre los dos países debe ser el caso más exitoso de política exterior en la historia revolucionaria de Cuba.
“Cuba es realmente la más valiosa fuente de estabilidad para el gobierno de Maduro”, dijo.
Romero, por su parte, dio a conocer sus observaciones en una columna titulada “¿Reconciliación o radicalización? La vulnerabilidad de Maduro y su condena auto-infligida”. Ella sólo ve malas opciones para el presidente Nicolás Maduro, y teme que lo que le queda es profundizar la destructiva revolución o sufrir un golpe de Estado por parte de sus corruptas fuerzas armadas.
Pero si no trabaja con la oposición y da marcha atrás, Romero predice que el país sufrirá un éxodo masivo.
¿Qué puede hacerse?
Susan Purcell, directora del Centro de Política Hemisférica, cree que la desaceleración ha sido regional en lugar de limitada a naciones específicas. Como una de las causas clave de este fenómeno, propone el traslado de la demanda de materias primas de China hacia el Medio Oriente.
A pesar de que la demanda de materias primas permite “crecer con bastante facilidad”, dice, los líderes latinoamericanos tienen “que hacer una serie de reformas que permitan a sus economías ser competitivas a nivel mundial…”
Sin embargo, reconoce que esto no es fácil, ya que hay muchos intereses creados que impiden este tipo de reformas.