La senadora Kamala Harris, por California, fue electa para acompañar al candidato demócrata a la presidencia de Estados Unidos, Joe Biden, en la contienda electoral el próximo 30 de noviembre. Una decisión que despierta cierta suspicacia, debido al historial de críticas que presenta la congresista contra el exvicepresidente.
Para dar un sitio a la inclusión dentro de las filas demócratas, Biden escogió a Harris, una mujer negra de 55 años, de padre jamaiquino y madre india, quien tras esta elección se convierte en la primera persona con estas características en entrar en la candidatura más importante de la nación estadounidense.
Harris llamó la atención por ser la segunda mujer negra electa para el Senado de Estados Unidos. También rompió barreras al ser postulada como la primera mujer fiscal general de California, labor que la llevó al Senado en 2017.
Desde ese puesto, se encargó de labrarse una reputación de incisiva, por la cantidad de planteamientos que traía a colación, temas que le valieron más de un señalamiento, como el que hoy se le hace, tras unirse políticamente con el hombre al que llamó racista e insinuó que también era un acosador de mujeres.
La historia de “Busing” y el supuesto racismo de Biden
Hoy, Biden y Harris, quienes lucen como cómplices para un mismo fin, distan de ser quienes una vez se deshacían en críticas hacia sus gestiones, como lo hizo la senadora en uno de los debates a las primarias demócratas, cuando no solo criticó la política de deportaciones en EE. UU. bajo la administración de Obama, sino que directamente le increpó con el tema racial.
Harris no se inmutó al insinuar que el exvicepresidente estadounidense era racista, por haber colaborado con diputados conocidos por ser “segregacionistas”, al oponerse en los llamados programa “busing”, que contemplaban la distribución de niños por escuelas, para así corregir la segregación en la década del los 70s.
“Había una niña en California, de segunda clase, a la que llevaban en esos programas, esa niña era yo”, enfatizó Harris, que luego usaría Twitter para probar ese hecho.
Atrás, al parecer quedaron estas aseveraciones de la exfiscal californiana, quien desde este momento se suma a las filas de Biden, para medirse con la artillería de Trump.
Las caras que quedaron a un lado, al elegir a Harris
De acuerdo al portal CNN, Biden estuvo manejándose sobre varios perfiles, aparte de Harris. La congresista Karen Bass, quien ha ejercido en el puesto desde 2010, fue una de las posibles candidatas, aparte de ser una de las más cuestionadas en caso de ser elegida, debido a las críticas que desató en 2016 tras tildar como “una gran pérdida” la muerte de Fidel Castro.
El cuadro lo completaban las senadora Elizabeth Warren y de último Tammy Duckworth, conocida por ser veterana de guerra, así como también senadora de Illinois.