El régimen comunista chino nuevamente mueve sus fichas a favor de la dictadura venezolana, en esta ocasión para postergar un año más los pagos con petróleo de una abultada deuda que tiene con varios bancos chinos. Este financiamiento habría sido obtenido durante el mandato de Hugo Chávez y prolongado por Maduro.
De acuerdo con las fuentes consultadas por la agencia Reuters, el gigante asiático mostró cierta benevolencia tras el inicio de una nueva fase de conversaciones entre las naciones involucradas. Esto tiene como fin extender el mencionado beneficio por lo menos hasta diciembre, cuando se evaluarían nuevamente las condiciones de pago.
El diálogo por los nuevos plazos habría iniciado en marzo y viene concatenado repetidas peticiones del régimen por subsistir en medio de la crisis petrolera que aqueja al país, sumado a las sanciones de Estados Unidos y, por último, a las altas tasas de contagio provocadas por la COVID-19.
Hasta el momento China habría concedido préstamos a Venezuela por montos que superan los 50 000 millones de dólares y este nuevo aire que se le da al régimen chavista en materia económica supone una corrida de fechas, ante un inminente pago de al menos unos 3 000 millones de dólares en barriles de petróleo.
La relación que mantiene Venezuela con China siempre ha estado en la palestra, debido a la serie de acuerdos que según sus portavoces se mantienen en varios niveles.
Por más de una década ambos regímenes han forjado una suerte de sociedad basada en consonancias ideológicas que tanto Chávez como Maduro han sabido aprovechar para sacar préstamos y refinanciarlos, pero que le ha costado a Venezuela un sinfín de endeudamientos, que siguen acumulándose con altas tasas de interés.
Entre las últimas bocanadas de aire que dio el régimen de Xi Jinping a la tiranía venezolana está la entrega de 55 toneladas de materiales médicos y fármacos desde China, sumado a medio millón de kits para pruebas rápidas de la COVID-19, cinco millones de mascarillas y guantes de seguridad.