Tras la suspensión de los pagos a sus acreedores desde finales de 2017, nuevamente el régimen de Nicolás Maduro vuelve a la mesa de negociaciones, en esta oportunidad con una denominada “oferta condicionada” para los tenedores de bonos de la República, así como de las estatales Pdvsa y Electricidad de Caracas.
De acuerdo con la agencia Reuters, este es el primer indicio que se tiene de pagos por parte de los emisarios del chavismo, desde la congelación de la renegociación de la deuda hecha hace tres años atribuido a la crisis política y las sanciones por parte del Gobierno de Estados Unidos que impiden a ciudadanos y empresas norteamericanas los encuentros con funcionarios de la tiranía venezolana.
Delcy Rodríguez, quien lleva ahora la cartera de finanzas del régimen venezolano, anunció la convocatoria a una llamada “oferta condicionada” a los acreedores “con el fin de garantizar que los inversores no resulten afectados por el ilegal accionar de quienes detentan el poder en Estados Unidos”.
Esta oferta sobre la que no se develaron mayores detalles expira a la medianoche del 13 de octubre. Según Reuters, también Rodríguez alentó a los tenedores de bonos a que gestionaran permisos o licencias de las autoridades estadounidenses para poder efectuar la renegociación de los bonos a pesar de las sanciones.
“Los emisores entienden que los tenedores de bonos pueden requerir un consentimiento, licencia o aprobación regulatoria para aceptar la oferta, en la medida de lo posible los emisores colaborarán con los tenedores de bonos en sus esfuerzos para obtener dicho consentimiento”, dijo.
Esta nueva propuesta de reestructuración de la deuda viene luego de que el año pasado el mismo ministerio de la dictadura contactara a los bonistas para intentar una nueva negociación sobre este aspecto, una estrategia que no tuvo éxito alguno en aquella oportunidad.