Luego de muchos intentos de silenciar este hecho en diferentes escenarios, Nicolás Maduro finalmente reconoció, durante su discurso en la 75° Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el fenómeno de la diáspora venezolana. Un tema que ha tratado de ser invisibilizado por el régimen y hoy lo justifica bajo el escudo de «razones económicas».
En la intervención pregrabada, Maduro aseveró que el éxodo venezolano tuvo como artífice y principal culpable al Gobierno de Estados Unidos. En su discurso no se menciona algún número en específico, ni hace alusión a las oportunidades en que la ONU ha cifrado en unos 5 millones de personas las que han tenido que abandonar su país, de acuerdo con Efe.
«Como consecuencia directa de las medidas coercitivas, unilaterales y de las agresiones económicas impuestas por el Gobierno de Estados Unidos a nuestro pueblo se ha producido, coyunturalmente, un proceso de emigración de ciudadanos, fundamentalmente, por razones económicas», afirmó.
Colombia es el país que recibe el mayor impacto de venezolanos. De acuerdo con las autoridades migratorias colombianas, al menos 1,7 millones de venezolanos se encuentra en el país vecino, sumado a las personas que a diario solían cruzar la frontera, cuyo número ascendía a 35 000 transeúntes.
Recientemente, la tiranía de Maduro hizo un cierre de manera unilateral de la frontera con Colombia. Esta medida, ejecutada en medio de la pandemia del coronavirus, era atribuida por las autoridades venezolanas, a la gran cantidad de personas que permanecían en aislamiento en el estado Táchira y que afectó a cerca de 40 000 venezolanos que planeaban un regreso voluntario al país.
Sin embargo, el retorno de algunos venezolanos a sus tierras, quienes han sido criminalizados por las autoridades que les reciben en las fronteras, según registros que mantiene la Organización de Estados Americanos (OEA), también fue aludido por Maduro y lo atribuyó a «la sistemática violación a los derechos humanos, políticas anacrónicas y xenófobas» contra los migrantes durante la pandemia de COVID-19.
Las burlas que hizo el régimen a la diáspora venezolana
Este miércoles, Maduro utilizó como argumento contra el Gobierno de EE. UU. el fenómeno del éxodo que ha afectado a la región desde hace más de cinco años y del que su compañero de militancia, Diosdado Cabello, un férreo defensor de las ideas de Hugo Chávez, minimizó y ridiculizó en varias ocasiones.
No fueron pocos los momentos que tuvo Cabello para afirmar que las fotos de migrantes caminando por el continente eran «un montaje»: «¿No les parece sospechoso que hay fotos en Perú (de venezolanos) caminando por la orilla de la carretera? En Ecuador, en Colombia (…) parece que eso fuese luces, cámaras, acción. Los bajan de los autobuses, no los dejan montar y los dejan en cualquier sitio, no les queda otra (que caminar) y esa es la toma que hacen», repetía en sus alocuciones televisadas.
En medio de la pandemia de la COVID-19, se ha visto también como muchas personas han quedado atrapadas en el extranjero, mientras que el régimen no hace algún movimiento para activar el regreso de miles de venezolanos, que esperan la autorización de un vuelo que les permita regresar.
Lejos de ofrecer una solución a corto plazo y aprovechar su intervención en la Asamblea General de la ONU, Maduro cargó contra los gobiernos receptores de migrantes venezolanos, pero no ofreció una alternativa para solucionar el problema de raíz, que es acabar con la crisis socioeconómica que tiene al país petrolero al borde del default.
Las causas del éxodo venezolano
Actualmente, la población venezolana se mueve a diario entre alfileres y cuchillos. En estos momentos el ciudadano común se encuentra debatiéndose entre salir a trabajar y arriesgarse a ser contagiado de COVID-19 o aislarse, pero sin percibir un ingreso salarial, lo que hará su situación aún más precaria. Sin embargo, las calamidades en este país no se detienen solo allí.
La falta de combustible, los altos costos de los productos alimenticios, sumado a la devaluación continua de la moneda venezolana son solo algunos factores que componen este cóctel de carencias que ha sido alimentado por más de dos décadas de socialismo, los casos de corrupción en las instituciones públicas, un cepo cambiario que terminó por dinamitar un mercado paralelo que hoy signa la economía del país y una industria petrolera echa añicos.
La inseguridad que se vive en Venezuela y la escasez de combustible también se suma a la lista de desavenencias que debe sufrir la población, que cuando se ha levantado a protestar ha sido perseguida y acorralada por las fuerzas de seguridad de la tiranía al punto de ser objetos de vejámenes, torturas y otros delitos.
Dicha afirmación fue soportada recientemente por la ONU mediante la consignación de un informe que señala a Maduro y a otros integrantes del chavismo como los artífices de cientos de crímenes de lesa humanidad.
Este panorama es el que impulsa a millones de venezolanos a caminar por días enteros hacia la frontera con otros países, en busca de un mejor porvenir. Huir o escapar se ha vuelto la misión de muchos venezolanos que ante las políticas económicas asfixiantes de un régimen sordo al clamor del pueblo toman esta decisión que ha terminado de dispersarles por el mundo.
Sin embargo, Maduro aleja todos estos escenarios de su discurso y se escuda en las sanciones emitidas por Estados Unidos para tapar lo ineficaz que ha sido el proceder del chavismo en Venezuela. Una estrategia que solo aviva su imagen de tirano ante el mundo.