A Maduro se le señala cada vez más como cómplice del terrorismo. Iván Duque denunció en la Conferencia contra el terrorismo, realizada esta semana en Colombia, el peligro que representa para el hemisferio la presencia de células de Hezbollah en países como Venezuela “con la anuencia y la connivencia de la dictadura de Nicolás Maduro”.
Posteriormente, el Secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, subrayó la denuncia de Duque y, en entrevista concedida a los diarios El Nuevo Herald y al Miami Herald, dijo que “Maduro lidera algo que se parece más a un cartel que a un Gobierno”. Ratificó la voluntad del Gobierno norteamericano en lograr elecciones libres en Venezuela, pero agregó: confiamos en que los venezolanos “no volverán a apoyar a Maduro y a sus matones como líderes”.
A tenor de estas declaraciones del Secretario de Estado pareciera que el Gobierno de Trump ya pudiese aceptar unas elecciones en nuestro país, con algunas condiciones diferentes, pero sin cese de la usurpación. Si eso es así, las pataletas y gritos de Maduro desde “el balcón del pueblo” el pasado 23 de enero, no son otra cosa que manifestaciones típicas de una campaña electoral chavista.
Por su parte, el interino Juan Guaidó, quien está de gira internacional, expresó ante el Parlamento Europeo en Bruselas: “Estamos buscando las herramientas para poner fin a la tragedia en Venezuela. El apoyo del mundo va a ser fundamental en la lucha; una elección realmente libre es la petición de los venezolanos”. Sin duda que estamos buscando el poder elegir libremente a nuestros gobernantes, pero luego del cese de la usurpación y Gobierno de transición.
Si Maduro y su régimen son cómplices del terrorismo, si se “parecen más a un cartel de drogas que a un Gobierno”, si son aliados de la FARC, ELN, Hezbollah, entre otros grupos subversivos; ¿cómo pensar que delincuentes de esa talla van a entregar el poder si pierden unas elecciones? No está en la naturaleza de ellos respetar acuerdos, negociaciones y mucho menos votos. Están en otra cosa. En reafirmar sus lazos con el centro internacional del terrorismo islámico y para ello Arreaza viajó a Teheran a reunirse con el presidente iraní, Hasan Rohani. Es elevar a ministro de Venezuela a un embajador extranjero. Es llevar de nuevo a Caracas al Foro de Sao Paulo que no es otra cosa que “un disfraz político” para legitimar a un grupo de delincuentes que quieren apoderarse del mundo y sus riquezas.
En España, con apenas 11 días del Gobierno Sánchez-Iglesias, se reconfirma la forma como el comunismo trabaja al llegar al poder: toma las instituciones para destruirlas. Y es que en ese país europeo, el Foro de Sao Paulo tiene también sus tentáculos desde hace 10 años donde ha invertido recursos cuantiosos como ha quedado reconfirmado en las últimas semanas, gracias a las investigaciones que el Gobierno interino de Bolivia adelanta y, donde la conexión Morales-Maduro-Podemos ha quedado expuesta.
“Coincidimos en la necesidad de detener la viscosa mancha comunista que se extiende por América, tiranizando naciones y que amenaza a España con Podemos”, ha declarado Jorge Buxadé, jefe de la delegación de Vox en el parlamento Europeo, quien junto al eurodiputado del mismo partido, Hermann Tertsch, sostuvo una reunión con el encargado del Gobierno interino venezolano, Juan Guaidó.
La administración de la coalición entre socialistas y comunistas en España se estrena intentando enviar a prisión a un diputado de oposición. La cacería es precisamente contra Hermann Tertsch, vicepresidente del Parlamento Europeo para América Latina y, aunque la querella se basa en una “provocación para la rebelión armada” a través de un tuit, para algunos medios y analistas españoles el verdadero motivo de la acusación tiene que ver con el viaje que a principios de año realizara el eurodiputado a Bolivia para conocer de primera mano “el incidente protagonizado por personal de la Embajada de España junto a la de México, donde están refugiados ministros del Gobierno de Evo Morales que están actualmente acusados de sedición y terrorismo en Bolivia”. En esa oportunidad, se develó la relación de los exministros de Morales con dirigentes de Podemos.
El comunismo en España avanza, ataca la libertad de educación y transgrede las reglas europeas al recibir —a escondidas— a una sancionada por la Union Europea en el año 2018, señalada, nada menos, que de ser responsable de violaciones de los derechos humanos y de socavar la democracia y el Estado de derecho en Venezuela. ¿Qué dicen de esto Sanchez-Iglesias?
En medio de este torbellino político, la población mundial está atenta de un nuevo coronavirus responsable de una misteriosa neumonía en China y que ha sido detectado en los Estados Unidos, al menos en dos pacientes. Mientras, en Venezuela la tragedia no cesa. Esta semana, además de las amenazas, persecuciones y apagones, una docena de personas murieron calcinadas por el incendio de un cañaveral en Cagua, estado Aragua. La mayoría menores de edad.
Y apenas estamos en enero.