EnglishRamo Verde se ha convertido en símbolo de la opresión, calabozo de la Libertad. En Ramo Verde se ha secuestrado a la democracia. Como la Rotunda en tiempos del dictador venezolano Juan Vicente Gómez, el Pollsmor en Sudáfrica, donde estuvo preso el sudafricano Nelson Mandela, o el Cuartel San Carlos en Caracas, hoy la cárcel militar de Los Teques sirve como jaula del régimen para retener y aislar a todo aquel que represente una amenaza para el nefasto modelo de control que se busca implantar en Venezuela.
Este jueves 19 de febrero, el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN) detuvo arbitrariamente al alcalde metropolitano Antonio Ledezma para después ser sentenciado a la cárcel militar de Ramo Verde. A golpes fue sacado el legítimo alcalde de su oficina, como si de un criminal se tratara. Sin ningún tipo de orden, Ledezma fue secuestrado.
Algunos se sorprendieron por lo sucedido; parece que la ilegalidad del hecho indignó a muchos. Un ideólogo de la “oposición”, Fernando Mires, por ejemplo, afirmó que el régimen esta vez “había cruzado la línea”: ¡cuanta inocencia! Ciertamente la capacidad de sorprendernos no se puede perder; pero es momento de entender de una vez por todas los métodos de un sistema como este: así actúa el régimen. La ilegalidad no es algo que cause intranquilidad en Miraflores.
En otro caso, el diputado de la Asamblea Nacional Carlos Enrique Ramos señaló que lo sucedido se trata de un “pote de humo”, mientras que el analista estrella Luis Vicente León, director de la consultora Datanálisis, sostuvo que el objetivo es “desviar” la atención de los “verdaderos problemas del país”.
No creo que la persecución política sea un “pote de humo” y afirmar esto es una gran irresponsabilidad. No se puede minimizar algo tan grave como el secuestro de un alcalde. Así como tampoco estamos ante hechos de un Gobierno desesperado.
El presidente Nicolás Maduro ha actuado no con la intención de desviar la atención del problema económico, sino porque puede, porque se trata de un régimen totalitario. Hoy tenemos a un régimen bastante cómodo, que sin temor a consecuencias va llevando a cabo una purga política con el fin de neutralizar a la oposición de cara al estallido de la crisis.
La única razón por la que Maduro sentencia cómodamente en cadena nacional a alcaldes es porque los venezolanos lo han permitido. Cada acción represiva del régimen sin respuesta de la oposición es una victoria para ellos —más, cuando la respuesta de la Mesa de Unidad Democrática al día de el secuestro de Ledezma, ha sido el anuncio de las primarias para las parlamentarias, ¡una burla!— no basta con horrorizarse.
La inacción se ha vuelto permisividad, y mientras esto sea así, cada movimiento será para afianzarse más en el poder. Van deteniendo y eliminando incomodidades sin consecuencias. Esta vez no fue necesaria una provocación para que el régimen actuará; buscarán cada espacio disponible para llevar a cabo sus actos represivos. Actúan independientemente de si somos pacíficos o no, y la respuesta siempre será violenta,pensar lo contrario es una inocentada.
El régimen chavista se ha encargado de ir eliminando a quién resulte incómodo y lo seguirá haciendo mientras pueda
En su momento fue la Seguridad Nacional, similar a la Stasi alemana o a los Camisas Negras italianos, a la Cheka o a la NKVD sovietica; hoy así actúa el SEBIN. Policía política del régimen, símbolo de opresión y terror. Secuestradores del alcalde Metropolitano. Entran con capuchas, cual bandidos. Son los encargados a llevar a cabo las persecuciones, las torturas y otros crímenes en nombre del régimen, en nombre de Maduro. Hoy nos separan de la libertad y por esto serán condenados.
Entre el 30 de junio y el 2 de julio de 1934, en Alemania, el régimen totalitario de Hitler llevó a cabo una de las purgas políticas más nefastas conocidas en la historia de la humanidad. Esta serie de asesinatos es hoy conocida como la Noche de los Cuchillos Largos. Hoy en Venezuela es impreciso atribuirle a unas noches este apelativo; más bien podemos decir que hemos tenido 16 años de cuchillos largos.
El régimen chavista se ha encargado de ir eliminando a quién resulte incómodo y lo seguirá haciendo mientras pueda. El expresidente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, Diego Arria sostuvo que en Venezuela: nos buscan liquidar a uno por uno, todos tenemos un número en la espalda. Ciertamente, todo el que realmente busque rescatar la libertad está amenazado, está condenado por el régimen. “Vivimos un proceso de exterminio de todas las voces de la disidencia”… vivimos a diario la noche de los cuchillos largos.
Editado por Adam Dubove.