De acuerdo con un estudio revelado por el Banco Mundial (BM), Panamá ocupa la posición número 10 a nivel mundial y la quinta en Latinoamérica, de los países más desiguales del mundo.
El BM utilizó el coeficiente Gini para medir la desigualdad, para ello se basó en dos variables absolutas: cero, donde una persona tiene el mismo ingreso o igualdad perfecta, y el 1, donde una persona concentra todo el ingreso y el resto no tiene nada, lo que significaría una desigualdad absoluta.
En cuanto a la desaceleración económica, el Banco Mundial detalla que Panamá viene siendo una de las excepciones de la región, por haber logrado un crecimiento promedio del 7% en los últimos 10 años.
La nación centroamericana no se vio afectada por la caída del precio del petróleo, y, producto de todo ello, su PIB aumentó más del 6% en 2015.
Sin embargo, el BM indica que las diferencias existentes entre la capital de la República de Panamá y el resto del país, están muy pronunciadas.
“Los ingresos reflejan el abismo que separa a los rascacielos y las casas de precarios techos de chapa: el coeficiente Gini alcanza el 51.7”, se lee en el informe del Banco Mundial.
Asimismo, el documento detalla que 25% de la población panameña no tiene servicios sanitarios, 5% no tiene agua potable, 11% sufre de desnutrición y otro 11% vive en casas con pisos de tierra.
Entre los 14 países más desiguales a nivel global, figuran Honduras (6), Colombia (7), Brasil (8), Guatemala (9), Panamá (10) y Chile (14).
La pobreza se vincula con el ingreso medio de una sociedad, en cambio, la desigualdad es la distribución del ingreso; mientras más marcada sean las diferencias, más desigual es un país. No existe una relación lineal entre ambos; ya que se puede tener países pobres muy desiguales, pero también países con un alto ingreso, como Brasil o Estados Unidos, con altos niveles de desigualdad.
Fuente: BBC