Este miércoles 16 de marzo fue publicado un estudio por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que indica que los ingresos fiscales en proporción al PIB, es decir, la presión fiscal, de los países de Latinoamérica y del Caribe, ascendieron en 2014 al 21.7%.
El aumento de la presión fiscal sería de dos décimas por encima de el año anterior y de siete puntos desde 1990, cuando se localizaba en un 14,6% de ingreso, esto, según el informe denominado Estadísticas Tributarias en América Latina y el Caribe.
El documento señala que “pese a que el coeficiente de impuestos frente al PIB en estos países ha ido el aumento, el promedio del 21,7% en la región de América Latina y Caribe se sitúa muy por debajo de la media de los países de la OCDE, que alcanza un 34,4%”.
Asimismo, la presión fiscal de la región es casi la mitad que el 41,5% de ingresos de los países de Europa.
Ángel Melguizo, jefe de la unidad para América Latina y el Caribe del Centro de Desarrollo de la OCDE, indicó que ve “una distancia muy grande respecto a las recaudaciones de impuestos de las personas naturales. Latinoamérica solo recauda apenas dos puntos del PIB versus los nueve que recauda la OCDE”.
“La región tiene más impuestos de los que tenía antes, pero todavía está muy lejos de los países con mayores recursos”, dijo Melguizo a la AFP.
De esa manera, dentro de la región, la brecha entre los países es muy grande. El documento detalla que mientras países como Guatemala solo recaudan 12,6% del PIB, Argentina y Brasil lo hacen en 32,2% y 34,4% respectivamente.
En las últimas décadas, los países latinoamericanos han hecho un esfuerzo para aumentar la recaudación tributaria a través del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) y la renta; sin embargo, la OCDE informa que “persiste un alto nivel de informalidad”, junto a “bases imponibles relativamente bajas”.
La OCDE emite recomendaciones a los países de Latinoamérica y señala que para poder aumentar la recaudación, la región debería ampliar su base impositiva y adoptar medidas de modernización de la administración y política tributaria para favorecer la movilización de recursos internos a medida que el PIB crece.
Fuente: El País.