En Venezuela, los familiares de las personas que se encuentran detenidas de manera indefinida en los calabozos o celdas policiales y militares deben llevarles la comida a diario; de lo contrario, no podrán comer.
Según el Defensor del Pueblo Tarek William Saab, en agosto de 2016 había 22.756 personas detenidas en pequeños calabozos que no tienen el tamaño adecuado para tantos presos y quienes, además, no deberían pasar más de 72 horas allí. De acuerdo con relatos, algunos presos llevan allí más de un año.
Durante el tiempo en que la persona está recluida, las autoridades no garantizan su alimentación: estos se convierten en “hogares sin comida”, según se lee en un artículo publicado en el portal Efecto Cocuyo.
- Lea más: ONU se declara en alerta por muerte masiva de bebés en Venezuela
- Lea más: “El hambre en Venezuela ya es masiva entre los más pobres”
Por esta razón, los parientes de los detenidos son los responsables de hacerles llegar los alimentos “en horarios y diversidad específica, con normas de presentación que cambian según el cuerpo oficial”.
Según señala Efecto Cocuyo, en varias sedes del país prohíben que se les lleve comida como hamburguesas, salsa de tomate, mostaza y mayonesa; pollo, carne, arroz, dulces y refrescos. En varias ocasiones, cualquier razón, sin sentido, es motivo para que al detenido le confisquen la comida, o que ésta sea ingerida por las mismas autoridades.
“Si no cumples con esto te la regresan o se la comen ellos. A veces, los muchachos nos llaman y nos dicen que no les pasaron comida en dos días o más. Por eso a veces uno tiene que pagarle a los policías”, dijo la novia de un detenido a Efecto Cocuyo.
De acuerdo con varias fuentes, esta situación se presenta en varias estaciones de policía del país. Numerosas familias deben emprender odiseas como viajes desde diferentes ciudades, pagarle a las autoridades y hasta padecer tratos humillantes para que sus familiares, que están detenidos en calabozos donde se supone que no deberían pasar más de 72 horas, puedan comer.
A esto se debe sumar el extremo hacinamiento que se vive en las celdas policiales, ya reportado por grandes medios internacionales como Times y ABC.
Fuente: Efecto Cocuyo