Este lunes 17 de octubre la Oficina Federal de Investigación (FBI, por siglas en inglés), publicó una serie de entrevistas y documentos que revelan que importantes oficiales del Departamento de Estado de Estados Unidos (EE.UU.) presuntamente “presionaron” al FBI para proteger a la candidata del Partido Demócrata a la Casa Blanca, Hillary Clinton, durante el escándalo de los correos el año pasado, y evitar que fuese imputada.
De acuerdo con los documentos publicados el importante funcionario del Departamento de Estado, Patrick Kennedy, presionó al FBI para bajar la categoría de importancia de algunos de los correos que trató Hillary Clinton de forma ilegal como parte de un quid pro quo, un acuerdo en el que ambas partes cedieron.
En un momento de las entrevistas publicadas el oficial del FBI que fue “presionado”, afirma que recibió una llamada de Kennedy en la que él “pide su ayuda para alterar la clasificación de un correo, como parte de un intercambio”.
- Lea más: El FBI confirma que Hillary Clinton mintió, y la absuelve
- Lea más: Wikileaks evidencia corrupción y vicios en el Partido Demócrata
Asimismo, el oficial, cuyo nombre no es señalado, indica que Kennedy “parecía estar tratando de proteger a Clinton al minimizar la importancia de algunos correos secretos que manejó Hillary Clinton mientras ella era secretaria de Estado”.
Además, en otra entrevista, otro oficial sin identificar le dice a Kennedy que él va a revisar los correos para ver en qué podría ayudarlo.
Frente a las delicadas entrevistas el Departamento de Estado dijo este lunes que las acusaciones en contra de Kennedy no eran precisas.
Por último, la publicación de estos documentos contiene una conexión importante con las declaraciones ofrecidas por Hillary Clinton el pasado 10 de marzo de 2015, cuando dijo que en ningún momento envió material delicado o secreto a través de su teléfono personal; pero el director del FBI, James Comey, la desmintió luego ya que afirmó que al menos 110 correos contienen material clasificado.
No obstante, a pesar de eso, el FBI decidió que no se iba a imputar a la candidata demócrata ya que “no existen pruebas suficientes para imputarla”.
Fuente: Reuters