Este domingo 10 de diciembre los venezolanos votarán para elegir a los próximos alcaldes; sin embargo, es un proceso que se da en una coyuntura complicada.
Un régimen autoritario pretende favorecerse del voto y la oposición, más dividida que nunca, brindará una victoria garantizada al chavismo y, además, legítima.
Primero la Mesa de la Unidad Democrática, luego de la imposición ilegal de la Asamblea Nacional Constituyente, acudió a las elecciones regionales planteadas por la dictadura para el 15 de octubre.
La decisión terminó sucediendo en un terrible fracaso: el régimen cometió fraude y la oposición no se preparó. Al final, los pocos gobernadores que la dictadura otorgó a los adversarios se terminaron subordinando ante la Constituyente.
- Lea más: Surge chavismo “crítico” y “descubre” censura y represión en dictadura de Maduro
- Lea más: Gobernador chavista Rafael Lacava: “No estoy de acuerdo con el control de la economía”
Muchos advirtieron sobre la participación en unas elecciones en dictadura. Al final sería un proceso que brindaría tiempo y legitimidad al régimen de Nicolás Maduro. Las condiciones no estaban dadas: el Consejo Nacional Electoral era ilegítimo y venía, además, de cometer el más grande fraude de la historia del país (la Constituyente).
Luego del quince de octubre la MUD entró en crisis. Empezó a desmoronarse y eso se acentuó cuando se juramentaron los gobernadores del partido Acción Democrática. Líderes importantes como Henrique Capriles Radonski anunciaron que se apartaban de la coalición y, además, insistían en que la electoral no era la ruta adecuada.
La presión generó efectos importantes: de repente ahora las condiciones sí faltaban. Y, a pesar de que el régimen volvió a convocar a otro proceso electoral, esta vez la Mesa de la Unidad anunció que no participaría. Sin embargo, esta decisión vino acompañada de otros torpes movimientos que ahora empeoran en el escenario y permiten sentencia lo que vendrá: otro terrible fracaso.
Los múltiples candidatos de la Mesa de la Unidad Democrática
Se decidió no participar sin siquiera presentar una alternativa. Alianzas fuertes y nóveles como la de Soy Venezuela, seguían siendo boicoteadas. Aunado a ello, empezaron a aparecer varios candidatos para cada municipio; muchos respaldados incluso por partidos de la Mesa de la Unidad Democrática que supuestamente no acudirían a las elecciones.
A pocas horas de las elecciones, aún no hay forma de acceder a un documento o a alguna página en la que se expongan quienes son todos los candidatos. Pero hay varios municipios que exponen una realidad que posiblemente sea la de todo el país: el oficialismo va con un solo candidato; mientras que las alternativas opositoras son varias; muchos incluso apoyados por diferentes partidos.
Para la alcaldía de Valencia, ya van cinco candidatos que se erigen como opciones para la oposición: Noé Mujica, José Zapiaín, Gustavo Manzo, Carlos Lozano y Miguel Cocchiola. Este último es el actual alcalde de Valencia y es quien le arrebata más votos, según las encuestas, a Carlos Lozano, el favorito. Y, además, Lozano cuenta con el apoyo de Acción Democrática, el partido de Henry Ramos Allup que aseguró que se abstendría de estas elecciones por la ausencia de condiciones pertinentes. Lozano, a horas de la votación, pide a los demás candidatos retirarse.
También en el estado Carabobo, para la alcaldía del municipio Naguanagua varios opositores se están lanzando. Francisco “Pancho” Pérez Lugo, concejal de la entidad y coordinador del partido Un Nuevo Tiempo, es la principal alternativa al chavismo. La propaganda de su candidatura no muestra el logo de su partido, que forma parte de la Mesa de la Unidad Democrática. No obstante, tiene otro adversario: el también opositor Tony Pecoraro. No recibe el apoyo de ninguna fuerza política destacada; sin embargo, amenaza la victoria de Lugo.
¡Atención Naguanagua! Estos son los centros electorales reubicados. En cada uno habrá transporte para movilizarnos al centro correspondiente pic.twitter.com/VGHOwdZptz
— Francisco Pérez Lugo (@PanchoPerezLugo) December 9, 2017
En la capital de Venezuela, Caracas, la situación es similar. Son muchos los que aspiran obtener alguna parcela del poder, sin importar lo que se haya decidido antes, ni lo que opine la sociedad civil. Participan, dividen el electorado que insistirá en el voto y permiten una victoria limpia a la dictadura.
En El Hatillo hay dos a alternativas al de Maduro: está Elías Sayegh, excandidato al mismo municipio; y el expreso político Yon Goicochea. Los dos se disputan un municipio históricamente opositor. Y, este último, es respaldado por el partido Un Nuevo Tiempo.
En el municipio Baruta se habían postulado tres representantes de la oposición: Kiko Bautista, Edgar Leoni y Omar Villalba. El último declinó este viernes 8 de diciembre; pero aún se mantiene el riesgo de que se divida el voto y permita al chavista ganar.
Y, en Chacao, ocurre lo mismo: son dos candidatos los de la oposición. Gustavo Duque, quien actualmente es alcalde encargado de ese municipio, respaldado por el partido de la MUD, Primero Justicia; y Robert García.
En otro estado, Lara, se acentúa la división. Según se lee en el portal Noticiero Digital, son seis opositores los que se disputarán la alcaldía del municipio Iribarren este 10 de diciembre: Torres, Peña, González, Reyes, Rojas y Moreno.
Los múltiples candidatos por cada municipio, cada uno buscando la conquista de espacios; aunado a la amenazadora abstención de la sociedad civil hastiada de continuar la ruta electoral, que es la de la dictadura; brindará nuevamente otro fracaso enorme a la oposición venezolana.
Mientras no se plantee una estrategia paralela a la del régimen, y se siga consintiendo conductas cómplices con un régimen como el de Maduro, la posibilidad de forzar los escenarios e imponer la agenda, se mantendrá ausente.