Henri Falcón no es el candidato de la oposición. Eso hay que dejarlo claro. Por el momento —impulsados por la sensatez o la presión de la sociedad— las oposiciones de Venezuela acordaron no enviar a ningún político a ser cómplice del fraude electoral, ahora pospuesto para mayo.
Él pretende perfilarse como un contrincante serio en unos comicios que han sido rechazados por la comunidad internacional, la ciudadanía y por la dirigencia sensata de la verdadera oposición.
Son muchos los elementos que demuestran cuáles son las verdaderas intenciones de Henri Falcón. Un (ex)chavista que cada vez deja más claro de qué bando está.
Ahora, otra prueba se ha sumado al expediente: el líder de Avanzada Progresista viajó a Nueva York para reunirse con representantes de la Organización de las Naciones Unidas con el fin de buscar que esta organización internacional brinde acompañamiento al fraude de las presidenciales. Pero Falcón no fue solo; sino que viajó junto a los perversos hermanos Rodríguez, Jorge y Delcy.
Los tres individuos viajaron juntos, como si se tratara de una comitiva de la dictadura. De acuerdo con información extraoficial, volaron en el mismo avión cedido por el régimen de Nicolás Maduro. Llegaron a Nueva York y hoy se reunieron con el responsable de Asuntos Políticos de Naciones Unidas, el estadounidense Jeffrey Feltman.
En un principio la intención era que Falcón pudiese conversar con el secretario general de la ONU, António Guterres; sin embargo, la pretensión se quedó en quimera.
En pocos minutos estaré en Naciones Unidas en Nueva York y mañana en Washington D.C.
— Henri Falcón (@HenriFalconLara) March 13, 2018
Henri Falcón, en un intento de mostrar cierta firmeza ante las arbitrariedades, dijo públicamente que él participará en el fraude solo si se brinda observación internacional de las Naciones Unidas. El régimen aprobó la solicitud. Y ahora ambos, tanto el presunto opositor como Maduro, están desesperados porque la ONU envíe aunque sea algún delegado.
Hasta ahora no parece posible que la ONU ceda al crimen. Ya la organización había dejado claro el pasado 8 de marzo que “el secretario general no puede enviar personal de Naciones Unidas a observar unas elecciones sin un mandato específico de la Asamblea General o del Consejo de Seguridad”. Y en esos terrenos el régimen la tiene difícil.
Aún no se sabe qué resultados se obtuvieron del encuentro entre Falcón, Jorge y Delcy Rodríguez —cabecillas principales de la tiranía— con Jeffrey Feltman. Pero si la respuesta es negativa, el líder del partido presuntamente “opositor” —o chavista light— se verá en una disyuntiva complicada.
La presión de la sociedad es ardua. Es claro en la opinión pública que el rechazo a Falcón es amplio. Si no hay observación internacional confiable es muy probable que Henri Falcón continúe en la contienda, pero faltando a su palabra y desacreditándose aún más.