La polémica constructora brasileña Odebrecht, cáncer de la región, responsable ahora del desmoronamiento de grandes personajes políticos, estaria ahora relacionada con otras impactantes revelaciones: el pago de millones de dólares al excandidato presidencial, exgobernador y líder «opositor», Henrique Capriles, y que Hugo Chávez habría muerto en Cuba, no en su país, como lo mercadeó el régimen.
Estas son algunas de las confesiones que hizo bajo juramento a la fiscalía brasileña en diciembre de 2016 el principal emisario de la constructora en Venezuela, Euzenando Azevedo.
El valioso testimonio lo recogen y difunden hoy los admirables periodistas venezolanos del medio Armando Info. Según explican, las palabras permanecieron “durante año y medio bajo llave en los tribunales de Brasil”. “Pero el secreto se acaba de romper y hoy es posible conocerlos en un esfuerzo de la Red de Periodistas Estructurados, que une a periodistas de IDL, en Perú, La Nación de Argentina, La Prensa de Panamá, Sudestada en Uruguay y Quinto Elemento Lab en México”, se lee en Armando Info.
Son varios videos que fueron publicados en el canal de YouTube del medio digital venezolano. En cada uno hay una inquietante confesión. Hacen referencia a escándalos de los que ya se tenía noción. Sin embargo, quizá las confesiones más notables están relacionadas a los dos mayores adversarios políticos en los últimos años en Venezuela: Hugo Chávez, máximo líder de la Revolución Bolivariana; y Henrique Capriles, quien en su momento fue el mayor representante de la oposición.
Odebrecht dio 17 millones de dólares al gobernador de Miranda
“Durante la campaña [presidencial] de 2012, fui contactado por un empresario venezolano. Muy conocido, que inclusive trabajaba para Odebrecht, porque tenía una empresa que nos proveía concreto y piedra. Él me contactó en nombre de Henrique Capriles”, dijo a finales de 2016 el testigo clave Euzenando Azevedo.
“Esa elección en 2012 fue entre el presidente Chávez y Capriles (…) Él me contactó. Un señor Benito Rodríguez. Me contactó en nombre del candidato para que nosotros contribuyéramos a la campaña de Capriles”, continuó Azevedo.
El representante de Odebrecht en Venezuela dijo a la fiscalía de Brasil que estuvo en la casa del empresario. Rodríguez y allí le manifestó que Henrique Capriles estaba interesado en el apoyo de la constructora. A la semana, Azevedo volvió a visitar al empresario, pero para encontrarse también con el candidato.
“Yo tenía la preocupación de que si llegara un Gobierno de oposición, conociendo mi relación con el presidente Chávez, rescindiera los contratos de Odebrecht en el país”, dice el brasileño, por lo que conversó con Capriles, “sobre sus planes de Gobierno y le dije cuál era mi preocupación”.
“Él me dijo: ‘Euzenando, usted se puede quedar tranquilo, porque yo soy un candidato de la oposición y estoy luchando para sustituir al presidente Chávez. Porque yo sé que Venezuela necesita continuar generando empleo y sus obras son muy importantes. Yo continuaré las obras. Ahora, como sé que usted tiene una relación muy importante con el presidente Chávez, sería bueno que nadie sepa que nos hemos reunido'”.
La confesión de Euzenando es perturbadora y expone las relaciones que pudieran existir entre miembros de la oposición venezolana con la mayor trama de corrupción de la región.
Odebrecht, empresa brasileña que logró jugosos contratos en países sobornando políticos, estaba dispuesta a mantener su preeminencia en Venezuela. Estadía que se permitiría gracias a los privilegios otorgados por el Estado. Algo que Henrique Capriles no estaba dispuesto a acabar. Canallada que en otras naciones ha servido para demoler Gobiernos enteros.
“Después de esa reunión me volví a encontrar con el señor Benito. Ahí si hablamos de monto. Yo decidí dar una contribución de dos millones de dólares divididos en varias partes (…) Ya hacia el final de la campaña nos reunimos los tres [con Rodríguez y Capriles] en el Hotel Pestana en Caracas”, agregó Euzenando Azevedo.
Eso fue en 2012. Ese año triunfó Hugo Chávez. Pero a los pocos meses murió, por lo que se tuvieron que celebrar nuevamente elecciones en Venezuela. Capriles volvió a ser candidato, pero esta vez en contra del ahora dictador, Nicolás Maduro. Nuevamente en campaña, volvió a solicitar la ayuda de la enviciada empresa brasileña.
“Ahí fue otra vez contactado por el señor Benito. Yo ya había comprobado su relación con el candidato Henrique Capriles. El proceso de aproximación ya no hacía falta. Y decidí nuevamente ayudar al candidato Capriles. Allí sí ya era más. Yo pensaba que tenía que ser un aporte más grande porque era Maduro contra Capriles [tenía más posibilidades de ganar]”, confesó Azevedo.
“Fue una ayuda sin mucha burocracia. Tuve una reunión con Capriles. Él insistió en que las obras eran prioritarias e iba a darles continuidad. Que no tuviera la menor preocupación. Luego, cerca de las elecciones, muy cerca, él me llamó para invitarme a su casa”.
Euzenando Azevedo dijo a la justicia de Brasil que en la reunión en el hogar del gobernador no estuvo el empresario Benito Rodríguez. Uno de sus asesores fue el que concertó el encuentro: “El gobernador Henrique Capriles quiere hablar con usted”. Ahí no se habló de ayuda financiera, pero Capriles enfatizó que no arrebataría los privilegios que ya mantenía el régimen chavista con Odebrecht.
Al final del video que publicó Armando Info, el emisario de la constructora brasileña confesó que para la segunda contienda dio US$ 15 millones a Henrique Capriles. En total, entonces, serían 17 millones de dólares para el candidato opositor.
En febrero de este año la legítima fiscal general de Venezuela, Luisa Ortega Díaz, introdujo un antejuicio de mérito ante el legítimo Tribunal Supremo de Justicia en contra del dictador Nicolás Maduro. Una de las acusaciones para sostener esa ofensiva en contra del tirano, era que también había recibido millones de dólares para su campaña del año 2013.
Luego, a finales de ese mismo mes, el medio El Nuevo Herald publicó un artículo en el que reveló que Nicolás Maduro había pedido a Odebrecht US$ 50 millones para garantizarle la continuidad de las obras en Venezuela, una vez asumiera como presidente. Sin embargo, al final la constructora le dio US$ 35 millones.
El régimen mintió sobre la muerte del líder de la Revolución
La segunda confesión más destacada es la que desmiente la narrativa del régimen chavista sobre la muerte de su máximo líder.
En 2013, cuando Chávez estaba supuestamente enfermo, dejó el tratamiento en Cuba para continuarlo en Caracas, ya que había superado los momentos más difíciles del cáncer. Sin embargo, el 5 de marzo murió en el Hospital Militar, según informaron los representantes del régimen.
Pocos creyeron esto. Se decía que en verdad el dictador había muerto en La Habana mucho antes. Una fecha tentativa era el 30 de diciembre. Son especulaciones fortalecidas por el secretismo con el que se manejó todo.
Ahora Euzenando Azevedo confirma a la fiscalía brasileña, bajo juramento, lo que se suponía.
Mientras hablaba sobre la campaña de Maduro y cómo apoyó con US$ 35 millones su candidatura, el superintendente de Odebrecht dijo: “Cuando el presidente Chávez falleció el 5 de Marzo —un poco antes él insistió que iba a morir y anunció al entonces presidente de la República como su sustituto, diciendo que si pasaba algo con él en ese último viaje a Cuba -del cual él no regresó: murió en Cuba-, que eligiesen en unas elecciones al señor Nicolás Maduro”.
Azevedo continúa relatando cómo el Partido Socialista Unido de Venezuela lo contactó. Cómo funcionó la dinámica del chantaje: para mantener los jugosos contratos en el país y todos los privilegios, la constructora debía contribuir generosamente con el régimen.
Los otros videos de las confesiones:
Odebrecht dio US$ 3 millones a la campaña por la gobernación de Diosdado Cabello:
Si Odebrecht no pagaba al chavismo, se acababan los contratos en Venezuela:
Todas las transferencias y los pagos de sobornos se hacían a empresas en el exterior: