Finalmente se acaban de estrechar las manos el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el dictador de Corea del Norte, Kim Jong-Un. Se trata de un momento histórico que marca el punto más álgido de las relaciones entre la potencia americana y la nación asiática.
El encuentro se dio en la mañana del 12 de junio, en Singapur. Por mucho tiempo se mantuvo latente la posibilidad de que se suspendiera la reunión; pero al final los preparativos para el encuentro se desarrollaron sin problema.
Se trata del inicio de la Cumbre de Kim y Trump (o #TrumpKimSummit). Al verse por primera vez cara a cara, el presidente de Estados Unidos dijo: “Es mi honor. Tendremos una excelente relación. No tengo duda de ello”. Luego, el dictador respondió: “Los viejos prejuicios y prácticas sirvieron como obstáculos para que podamos avanzar, pero ahora ya los hemos superado y aquí estamos hoy”.
.@POTUS Donald J. Trump meets North Korean leader Kim Jong Un in Singapore. #SingaporeSummit pic.twitter.com/CWhiLO4dAa
— Department of State (@StateDept) June 12, 2018
President Trump has arrived for the summit in Singapore. pic.twitter.com/NyrSPbviho
— Breaking News (@BreakingNews) June 12, 2018
.@POTUS arrives at Capella hotel, site of summit with North Korean Leader Kim Jong Un. pic.twitter.com/8arwWYnGtr
— Kayleigh McEnany (@PressSec) June 12, 2018
Detrás de la escena cumbre, las delegaciones de Estados Unidos y de Corea del Norte también se reunieron. Ambas se saludaron y mantuvieron juntas para observar las históricas estrechadas de manos.
Se trata del rompimiento oficial de las hostiles relaciones que Estados Unidos y Corea del Norte mantenían desde mediados del siglo XX, luego de la guerra de Corea (1950-1953). El deshielo que quebranta el aislamiento norcoreano y su aversión al mundo occidental.
Desde que asumió la presidencia, Trump adoptó una postura firme en contra de las amenazas de Kim Jong-Un. Mientras el dictador asomaba la posibilidad de iniciar una guerra nuclear, el estadounidense lo retaba a hacerlo.
Según se lee en el medio Reuters, “la administración Trump ha liderado un esfuerzo global para imponer sanciones cada vez más estrictas a Corea del Norte y el presidente de Estados Unidos intercambió belicosas amenazas con Kim el año pasado sobre el desarrollo de misiles nucleares de Corea del Norte capaces de llegar a Estados Unidos”.
La polémica trama tuvo su momento álgido cuando Trump dijo a Kim Jong-un: ¿Puede alguien de su régimen agotado y hambriento informarle que yo también tengo un botón nuclear, pero que es mucho más grande y más poderoso que el suyo? ¡Y mi botón funciona!”. Antes, el dictador asiático había amenazado a Estados Unidos.
De ese tribal encontronazo se pasó al «histórico» retrato: Donald Trump y Kim Jong-Un, cara a cara en Singapur. Un triunfo enorme que, partiendo de la desnuclearización de la península coreana, ha impulsado al mismo presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, a sugerir que Trump merece el prestigioso premio Nobel de la Paz.
“El presidente Trump debería ganar el premio Nobel de la Paz. Lo que necesitamos eso solo paz”, dijo Moon en una reunión importante, según develó un funcionario de la presidencia surcoreana.