El prestigioso periodista argentino Andrés Oppenheimer se une a las voces que emplazan, tanto al diputado opositor venezolano Juan Guaidó, como a la comunidad internacional, para que reconozcan al venezolano como presidente interino.
En su columna publicada en el diario El Nuevo Herald, Oppenheimer dice que, si bien parece que aún Guaidó no ha terminado de asumir la presidencia, “por primera vez en muchos meses el dictador de Venezuela, Nicolás Maduro, se encuentra a la defensiva”.
No obstante, es necesario que el joven opositor termine de dar ese último paso. No se trata solamente de acudir a frase ambiguas y de desorienta con discursos que se encuentran. Ha invocado los artículos 333, 350 y 233 —este último, el que lo hace presidente—, pero no ha dicho, aún, “soy presidente de Venezuela”.
Agrego que eso es lo que falta y, entonces, como dice Andrés Oppenheimer, “el presidente Trump, junto con los líderes de Brasil, Colombia y otras democracias latinoamericanas, podría ayudar a precipitar la salida de Maduro si declara a Juan Guaidó, el nuevo presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela controlada por la oposición, presidente provisional de Venezuela”.
A continuación, en el artículo, Oppenheimer nombra las razones por las cuales ese último paso —que tienen que dar Guaidó y las potencias democráticas del mundo— podría terminar con la salida de Nicolás Maduro. Serían “una serie de eventos potencialmente devastadores para el régimen”.
Entre la serie de medidas que podrían tomarse si Guaidó se proclama formalmente presidente encargado:
▪ Guaidó podría comenzar a nombrar embajadores en países clave que lo apoyan. La mayoría de estos países probablemente reconocerían a sus enviados y expulsarían a los embajadores de Maduro.
Es cierto que Maduro ordenaría el arresto inmediato de Guaidó. Pero Guaidó podría buscar refugio en una embajada amiga en Caracas y dirigir su gobierno desde allí. Maduro probablemente no se atrevería a tomar por asalto a —digamos— la Embajada de Brasil.
▪ Guaidó podría ordenar a los países que lo reconocieron que congelaran todos los activos del régimen de Maduro y sus transacciones financieras, paralizando al gobierno de Maduro. La Asamblea Nacional ya ha autorizado a Guaidó a dar ese paso.
▪ Guaidó también podría autorizar un corredor de ayuda humanitaria internacional a Venezuela, algo a lo que Maduro se ha opuesto firmemente.
Según dice Andrés Oppenheimer en su columna, la presión que generaría algunas de estas medidas en el régimen de Nicolás Maduro podría ser letal. “Las medidas de Guaidó presionarían a los militares venezolanos a exigir una solución pacífica y constitucional”, se lee en El Nuevo Herald.
Sin duda alguna, que países como Estados Unidos reconozcan a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela sería el peor escenario del régimen en años. Eso le daría muchísimo poder al opositor y lo pondría en una posición de difícil acceso para la dictadura. Aún queriendo detenerlo, el costo político sería demasiado alto.
“En suma, si Trump y las principales democracias latinoamericanas reconocen formalmente a Guaidó, podrían ayudar a acelerar una salida constitucional en Venezuela. ¡No deberían esperar más!”, concluye el periodista argentino, quien considera que esta podría ser la última oportunidad que evite que Venezuela se convierta en “una nueva Cuba”.