English El día de ayer, las protestas repuntaron en el interior de Venezuela. En Barquisimeto, en el occidente del país, colectivos armados rodearon la sede de la Universidad Fermín Toro (UFT) y lanzaron explosivos hasta encender en fuego gran parte del recinto educativo.
En esa misma ciudad, pero horas antes, un estudiante, Wilson Torbay, de 17 años, fue herido de bala en una manifestación contra el aumento del boleto de transporte. Los disparos fueron hechos por grupos de civiles armados que dispersaron la concentración.
En Valencia, en el centro del país, las protestas se iniciaron ayer en la mañana, cuando vecinos realizaron cierres de calles con desechos y escombros. La Guardia Nacional Bolivariana (GNB), junto a la policía del estado, dispersó la manifestación con bombas lacrimógenas y perdigones. Cuatro personas resultaron heridas, y siete detenidas.
En el estado Táchira, donde comenzaron las manifestaciones que se vienen sucediendo en el país desde febrero de este año, hubo situaciones irregulares en las universidades Católica de Táchira (UCAT) y Nacional Experimental del Táchira (UNET). En la primera institución, los estudiantes sacaron los pupitres a la calle para pedir el reinicio de clases y protestar en contra del nuevo rector del cuerpo educativo. Oficiales de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) dispararon perdigones a los estudiantes.
En la UNET, encapuchados retuvieron a un camión transportista de gas y lo incendiaron, después de que una asamblea de los estudiantes decidiera una agenda de protestas.
En Maracaibo, al extremo occidental del país, jóvenes estudiantes abrieron una gran bandera de Venezuela y con pancartas exigieron la liberación de compañeros detenidos el pasado viernes. Aprovecharon para protestar en contra del fallo del Tribunal Supremo de Justicia que respalda la represión y dispersión arbitraria de manifestaciones. Fue entonces cuando la GNB les respondió con bombas lacrimógenas y detuvo a 12 personas. Un estudiante quedó herido.
En Puerto Ordaz, al sur del país, estudiantes de la Universidad Católica Andrés Bello protestaron por la liberación de un estudiante (Xavier Beckles) que recibió en audiencia una medida privativa de libertad (junto a otros siete jóvenes) tras haber sido detenido en las protestas. El joven Beckles sufre de síndrome de Asperger y su encarcelamiento ha sido criticado en múltiples protestas. La GNB también dispersó a este grupo.
Fuente: El Universal