Un grupo de científicos de todo el mundo medirá el impacto sobre la Amazonia —la selva tropical más grande del planeta— de un aumento de 30% del dióxido de carbono (CO2) de la tierra, según fue anunciado el miércoles.
El experimento, que se llevará a cabo en una región del norte de Manaos, incluye torres que inyectarán CO2 en parcelas de densos bosques. Sensores y observaciones de campo evaluarán la reacción de los árboles cuando sean sometidos a una concentración de dióxido de carbono de 200 partes por millón (ppm) más que las actuales 400 ppm, que ya constituyen un máximo histórico. Predicciones del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de Naciones Unidas (IPCC) indican que el nivel de concentración de CO2 podría alcanzar las 600 ppm dentro de 50 años.
Las selvas tropicales de todo el mundo son un aspecto clave del calentamiento global. Esas selvas acumulan miles de millones de toneladas de carbono y su potencial de seguir absorbiendo los gases que retienen calor de la atmósfera es fundamental para determinar cuánto podrían subir las temperaturas.
“Es la primera vez que se realiza este tipo de experimento en una selva tropical”, dijo Carlos Nobre, científico que encabeza la política de investigación en el Ministerio de Ciencia de Brasil y es miembro del IPCC. “Los resultados serán de gran importancia para otras selvas tropicales, el ciclo global de carbono y para entender cómo estas selvas se verán afectadas por el cambio climático a lo largo de este siglo”, agregó.
Fuente: Reuters.