EnglishSalvador Sánchez inició hoy su mandato como el primer presidente exguerrillero de El Salvador, después de su estrecha victoria electoral frente al conservador Norman Quijano, a quien superó con 0,2% de los votos en los comicios del marzo pasado.
En su discurso de juramento prometió a los salvadoreños que gobernará para todos y que luchará en contra de la corrupción y la violencia. El Salvador es el cuarto país con la mayor tasa de homicidios del mundo (40 por cada 100 mil habitantes), después de Honduras, Venezuela y Belice.
Sin embargo, Sánchez accede al cargo después de haber sido vicepresidente del exmandatario Mauricio Funes, quien abandona el puesto con un escándalo sobre supuesta malversación de fondosn.
Para erradicar la violencia, deberá lidiar con la percepción de que la delincuencia ha aumentado durante los últimos cinco años del gobierno de Funes con el partido Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMNL), al cual el nuevo presidente también pertenece. Así lo reveló una encuesta de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA), la cual calculó que el 71,3% de los salvadoreños considera a la delincuencia como el principal problema del país.