Una investigación realizada por El Universal de México revela que la Ley Federal para la Prevención e Identificación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita, conocida como Ley Antilavado, entorpece enormemente el comercio de productos de lujo. La legislación impide realizar compras de grandes montos en efectivo por considerar sospechosas las procedencias de los fondos, y ordena que las grandes transacciones sean vía electrónica.
El nuevo reglamento también obliga a las empresas a abrir expedientes de sus clientes, y de ser necesario, reportar a la Secretaría de Hacienda si se efectúa una compra-venta sospechosa. Es considerada sospechosa una transacción cuando excede el tope económico que para cada actividad fija la ley. Las actividades vulnerables son las que por su naturaleza tienen riesgo de lavado de dinero, terrorismo o crimen organizado.
Son 17 las industrias afectadas, entre ellas la venta de obras de arte, apuestas y la industria automovilística terrestre, aérea y marítima. Esta última ha generado más de 600.000 avisos de compras sospechosas desde septiembre de 2013 hasta febrero de 2014.
Las empresas aglomeradas en la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) pide cambios a las restricciones de manejo de efectivo, ya que repercute negativamente en sus ventas.
Fuente: El Universal