El pasado martes el gobierno de Cuba publicó oficialmente el nuevo código de trabajo sin las sugerencias acerca de la equidad de género propuestas por Mariela Castro Espín, hija de Raúl Castro y directora del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX). El código menciona explícitamente el derecho al trabajo sin discriminación por “color de la piel” y “orientación sexual” pero Castro Espín había abogado por una formulación más amplia que protegiera también a transexuales y VIH seropositivos.
También en el código originalmente se hacía constar el derecho a “asociarse voluntariamente y constituir sindicatos”. Pero en el texto final se le añadió “de conformidad con los principios unitarios fundacionales”, es decir, se podrán formar nuevos sindicatos siempre que estén afiliados a la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), única organización sindical legalmente reconocida.
Pero el código ilustra, además, la tendencia hacia el desmantelamiento del estado benefactor dentro del proceso de reformas impulsadas por Raúl Castro. Por ejemplo, la nueva ley regula que en el sector no estatal, el empleador debe garantizar siete días de vacaciones pagadas anuales y un día de descanso a la semana. Otro elemento nuevo en el código es que los estudiantes de 17 años de edad o más, pueden contratarse a tiempo parcial durante el año escolar o a tiempo completo durante las vacaciones.
La ley también restringe la posibilidad de contratarse libremente fuera del horario laboral a directivos, técnicos de la salud, médicos, investigadores, docentes, contralores y auditores, a menos que el segundo empleo esté expresamente autorizado por el centro de trabajo original.
Fuente: El Nuevo Herald.